La pandemia implicó modificaciones en distintos hábitos de vida y de salud así como fue el motor que aceleró las transformaciones en curso. La industria de la alimentación es una muestra de eso y se observan cambios de hábitos de consumo y producción que marcan nuevas tendencias.
Las mismas, en líneas generales, tienen que ver con una búsqueda de hábitos más saludables así como de implementación de elaboraciones con menor impacto en el medioambiente.
Así, entre las tendencias que se destacan puede mencionarse el foco en el equilibrio personal y del planeta que apuntan a una suerte de retorno hacia la naturaleza y lo natural. La necesidad de restablecer el equilibrio perdido a partir de la importancia de respetar los procesos y componentes de lo que se come y bebe.
A la búsqueda de pureza y simplicidad en ingredientes y usos de productos, se suma la tendencia que apunta a la cultura de la prevención. Es decir que se busca eliminar posibles situaciones de toxicidad a partir del exceso a los que el cuerpo de enfrenta.
La cada vez más extendida costumbre de consumir probióticos, productos fortificados o detox así como la incorporación de fibras y proteínas son algunos de los ejemplos de esta modalidad que busca reforzar vitaminas naturales.
En tercera instancia, el ahorro de tiempo, energía y dinero llega de la mano de obtener alimentos saludables en poco tiempo debido a la aceleración generalizada en el ritmo de vida. Esta practicidad en los modos de comer se complementa no solo con las necesidades cotidianas sino también con las específicas relacionadas con el momento particular de la vida que requiere de nutrición específica.
Por último, y en consonancia con el movimiento global que comienza revalorizar lo regional o territorial, los alimentos más recomendados son los que se crecen en las zonas cercanas a donde se vive así como la estacionalidad de los mismos. De este modo, la alimentación será más fresca, natural y, por ende, saludable.
En este contexto, uno de los pedidos que las personas realizan a la industria alimenticia y de bebidas es que contribuyan a cuerpos más saludables así como aporten nutrientes valiosos tanto desde su origen y calidad como desde su composición específica.
Por este motivo, el sector se encuentra en un momento de mucha innovación con el objetivo de resolver de la manera más saludable posible la tendencia de aportar productos de calidad, sin olvidar que la salud física hoy también incluye el imperativo del placer.
Fuente: Infobae