La pregunta del millón para padres de niños y adolescentes es cómo lograr que no estén pendientes de su teléfono celular debido a la dependencia que generan así como a la desconexión con el entorno familiar que favorecen. Sin embargo, son los adultos el principal ejemplo de los más chicos en lo que respecta al enganche con el teléfono celular.
Con el impulso que le dio a la pandemia a un fenómeno que no era nuevo, la cada vez mayor necesidad de pantallas tanto por trabajo como por otros motivos, hace que las personas pasen buena parte de su tiempo “dentro de” celulares y computadoras. En este contexto, el pedido a los más chicos de desconectarse de estos aparatos no siempre resulta fácil y, mucho menos, válido.
Empantallados es un libro de reciente publicación que busca convertirse en una guía de buena salud digital para padres y madres que quieren educar mejora a sus hijos en el entorno digital. Los autores de este libro proponen poner límites y reglas en relación a las pantallas que sean tan legítimos para los adultos como para los adolescentes de la casa.
Para ello proponen, en primer lugar, predicar con el ejemplo y comenzar a establecer estrategias para desengancharse del teléfono. Esto no solo repercutirá en la propia salud mental del padre o madre sino que será un elemento a su favor a la hora de pedir a su hijo/a que “suelte” el celular.
El uso responsable del celular es una de las principales reglas en las que los padres pueden apoyarse a la hora de regular o limitar la utilización de pantallas. Al respecto, una herramienta útil es firmar una suerte de contrato previo antes de la entrega del celular que servirá no solo para aplicar los límites necesarios sino también para saber si el adolescente en cuestión está preparado para tener un celular.
Herramientas útiles
El sharenting es un anglicismo que proviene de las palabras share (compartir) y parenting (paternidad) y define la costumbre de narrar la vida de los hijos en las redes sociales y subir fotos de ellos. Esta costumbre puede interferir en la vida privada de los niños así como incidir de manera negativa en su educación digital. Los autores de Empantallados aseguran que no es normal compartir todo en las redes pese a haber nacido en un entorno digital y llaman a la reflexión no solo sobre la cantidad de lo que se sube sino también sobre su calidad.
Además, compartir imágenes de los niños sin su permiso –en especial en las que están en situaciones en los que pueden verse vulnerables- atenta contra su autoestima y los convierte en posibles víctimas de bullying. En este sentido, no hay que olvidar que los padres son los responsables de la huella digital de sus hijos pequeños.
Entre otras recomendaciones para regular el uso del celular, sugieren quitar todas las notificaciones que son las que interrumpen o hacen tomar el aparato. Analizar las estadísticas de uso para ver en dónde se pasa más tiempo también es una herramienta útil para que los padres comiencen a observar y puedan así trasladar la estrategia a sus hijos.
Otra regla útil para toda la familia es dejar el móvil fuera de la mesa durante la comida y apagarlo antes de dormir.
Fuente: Cuidate Plus