El click que tuvo Sofía Bauza, después de haber sufrido un accidente cerebrovascular cuando estaba en Las Cuevas, casi lista para iniciar su travesía hacia la cumbre del Aconcagua, fue darse cuenta de que no tenía mejor alternativa que empezar de cero y reiniciar un proceso de aprendizaje que implicaba todos los aspectos de su vida.
El martes 8 presentó en Mendoza su libro “Y después del ACV… ¿qué? Una historia de vida resignificada”. El evento contó con el apoyo de Federada Salud, la presencia del reconocido andinista Damián Redmon, quien la iba a acompañar hasta la cima, de uno de los médicos que la atendió en el hospital Central y diversos invitados que se acercaron al hotel Amerian de ciudad para apoyar a Sofía y también para nutrirse de su historia de vida.
Sofía, una santafesina deportista y trabajadora, no pudo –el 8 de diciembre de 2017- emprender el desafío Aconcagua, pero sí logró superar el que el accidente cerebrovascular le colocó en el camino de su vida. Lejos de amedrentarse y con una afasia –dificultades en el lenguaje producto de la lesión causada por el ACV- sumada a una inmovilidad en su brazo derecho como principales secuelas de su accidente, Sofía se propuso dar charlas motivacionales para contar cómo a partir de este accidente pudo resignificar no solo su vida, sino también su enfermedad.
“Tuve que aprender todo de nuevo, no me quedó otra”, relató Sofía al tiempo que mostraba un power point elaborado por ella. Admitió que el choque fue duro ya que, entre otras cosas, usó silla de ruedas y pañales. Como relacionista pública, lo más complejo de afrontar fue –con sus facultades intelectuales a pleno- la dificultad para expresarse cuando su trabajo era, como licenciada en Ciencias Políticas, las relaciones públicas.
“Las vacaciones se transformaron en una estrategia de supervivencia”, relató Sofía quien detalló sus primeros síntomas: “Tuve un fuerte dolor de cabeza que después supe que se llama cefalea de estallido. Me sentía como borracha, como arrastrando las palabras”, contó y agregó que fue Guillermo –su novio que la acompañaba entonces y que se encargaba del power point en la presentación- quien reaccionó y la contuvo para resolver lo que la urgencia precisaba.
“Soy una privilegiada porque mi mutual, Federada Salud, me apoyó en todo momento”, agradeció Sofía quien admitió que ante la nueva realidad por su enfermedad, tomó consciencia de la misma y se sintió deprimida. No obstante, en el momento del click supo que era ella la que tenía que hacerse cargo de su recuperación y poner todo de sí para salir adelante.
Al respecto, el presidente de Federada Salud, Juan Antonio Pivetta, quien fue parte de la presentación del libro y escribió el prólogo del mismo, comentó que todavía la ciencia médica no ha podido medir o cuantificar cuánto implica en la recuperación, la actitud y las ganas de vivir de una persona.
Tanto Pivetta como, a su turno, Redmon, dedicaron palabras de admiración y emoción a Sofía quien destacó la importancia de aprender a gestionar el torbellino de emociones a partir del foco en lo positivo. “No quedarse en el pozo sino terraza, terraza, terraza”, bromeó Sofía quien mencionó la importancia del humor y de la claridad en el propósito de lo que se desea lograr.
La pandemia la encontró en plena recuperación y si bien hoy trabaja, decidió tomar el “tiempo afuera” para escribir el libro con el objetivo de prevenir pero, sobre todo, de llevar luz no solo a quienes han vivido situaciones similares sino también a su entorno más cercano. El libro tuvo diversas menciones como un aporte a la concientización sobre discapacidad.
Quienes quieran conocer más de la historia de Sofía o conseguir su libro pueden seguirla en @coachigndelacv