No es novedad que estamos en medio de lo que muchos llaman infoxicación, que no es ni más ni menos que la cantidad de información en distintos formatos, que nos invade sin que a veces podamos ponerle freno.
En este contexto, es cada vez más común que las personas de casi todas las edades estén “dentro” de sus celulares, lo que facilita las comunicaciones al tiempo que puede entorpecerlas. En especial con quienes no manejan la tecnología.
Se trata de las personas mayores que pueden quedarse afuera por distintos motivos como dificultades con la motricidad fina para manejar el teclado o el celular, problemas en la visión o alteraciones cognitivas que les impidan aprender a utilizar estas nuevas herramientas.
El nivel de ingresos, estudios y la calidad o cantidad de compañía que estas personas tengan también es importante.
Por este motivo, y aunque la pandemia incluyó casi a la fuerza a muchos adultos en el mundo tecnológico, es importante acompañarlos para que puedan integrarse digitalmente y no sentir que se quedan afuera de algo más. En especial a quienes tienen más de 80 años.
En este contexto, en las distintas municipalidades o entidades públicas y privadas suele haber cursos destinados a ellos, pero también el seguimiento de hijos y nietos puede ser clave así como una manera distinta de conectarse con los mayores de la familia.
Hay que explicarles paso a paso y repetir las veces que sea necesario, cómo funcionan los dispositivos y qué pueden hacer con ellos. Muchas personas mayores se fascinan al poder acceder a información que antes no estaba a su alcance.
También es importante que pierdan el miedo a hacer algo mal y mostrarles que poco puede “romperse” ante una equivocación.
Es vital, no obstante, señalar las precauciones que tienen que tener en relación a la entrega de datos personales, información bancaria así como alertar sobre posibles estafas telefónicas por lo que, ante la duda, siempre deben colgar y llamar a un familiar.
De este lado, los familiares o allegados deberían tener la disponibilidad de atender los llamados o mensajes de los abuelos; con el fin de disminuir su ansiedad en relación a posibles sucesos extraños o “metidas de pata” involuntarias.
Las tecnologías de la información y la comunicación tienen sus ventajas y desventajas, pero dejar afuera a los adultos no es una solución. Por el contrario, puede ser una manera de enseñarles algo nuevo, disminuir la brecha digital e incluirlos en eso que ya forma parte de la vida cotidiana como son el celular y la computadora.