El peso en los niños, es un tema de debate, ocupación y preocupación en la medicina infantil debido a cifras que muestran un incremento del sobrepeso de los chicos, con las consecuencias para la salud que ello implica. El impacto que la llamada comida chatarra tiene en esto fue medido en un nueva investigación.
El 41,1% de los niños y adolescentes de entre 5 y 17 años tiene sobrepeso y obesidad en la Argentina; lo que –en contextos de pobreza y malnutrición- es uno de los principales problemas relacionados con la alimentación.
En la actualidad, alimentarse de manera saludable va mucho más allá de lo que el cuerpo puede mostrar en su exterior sino que se relaciona con la calidad de los alimentos, las cantidades y la importancia de eliminar el sedentarismo; en la medida de lo posible.
En este contexto, ya no se habla de dietas restrictivas ni de suprimir alimentos que solo llevan a desearlos más –en especial en la niñez- sino de incorporar hábitos saludables que tanto chicos como padres puedan sostener en el tiempo.
Un estudio realizado en Estados Unidos Universidad del Sagrado Corazón en Fairfield, Connecticut, Nutrition 2022 Live Online, mostró que los alimentos ultraprocesados son unos de los principales causantes en la obesidad infantil e, incluso, que comer un paquete de papas fritas todos los días puede hacer la diferencia entre mantener un peso saludable o no.
Solo 200 calorías
El análisis dio cuenta de que esa diferencia era de 200 calorías extra de comida chatarra todos los días. Además, este tipo de alimentos tienen altísimos niveles de grasas saturadas y azúcar lo que podría obstruir las arterias, provocar obesidad y hasta retrasar el crecimiento.
Entre los alimentos ultraprocesados el estudio mencionó: bebidas gaseosas, papas fritas, dulces, chocolate, galletitas y alimentos congelados preparados previamente, como papas fritas, salchichas y nuggets de pollo.
El trabajo, que evaluó el peso y la condición cardiovascular de 1500 niños de entre tres a quince años, dividió los alimentos entre parcialmente procesados (sopas y caldos), integrales, los ya mencionados ultraprocesados y procesados. Entre estos últimos se incluyeron conservas, quesos y panes; entre otros.
Al respecto, los responsables del estudio mencionaron que la comida que viene en paquetitos y que más llama la atención de los chicos es la más fácil de colocar en la merienda escolar. En este sentido, instaron a cambiar esto por alimentos caseros y lo menos procesados posible.
Por otro lado, los investigadores expresaron que no se trata de un tema menor si se tiene en cuenta que las costumbres en relación a la comida y la actividad se aprenden en edades muy tempranas; por lo que modificar este tipo de hábitos cuando se es niño; tendrá un impacto en el corto y largo plazo en la vida de esa persona.
Entre otros beneficios, si reduce la ingesta de alimentos ultraprocesados tendrá una mejor salud cardiovascular en el futuro así como menores posibilidades de tener diabetes o presión alta.
Fuente: Infobae.