Las enfermedades relacionadas con la demencia senil como el Alzheimer y otras que surgen en la vejez, es algo que preocupa a buena parte de la sociedad.
En este sentido, aunque cada vez más personas mayores se encuentran en actividad social y física, aprenden nuevas habilidades o son lectores voraces; los especialistas aseguran que esto no siempre es suficiente para prevenir las enfermedades neurodegenerativas y recomiendan mantener el cerebro en forma con ejercicios específicos.
El fin de los mismos como utilizar la mano contraria o hacer actividad diaria, no solo es agilizar la mente sino, en especial, activar circuitos neuronales diferentes.
Los que siguen son algunos de los principales que se pueden implementar por cuenta propia en la vida cotidiana:
Usar la mano opuesta
En lugar de la que manejamos con comodidad, utilizar la contraria puede ayudar a desarrollar nuevas vías y conexiones neuronales. Cepillarse los dientes, utilizar el mouse de la computadora o lavar los platos con la mano contraria; son ideas para practicar este hábito.
Treinta minutos diarios de movimiento
Está demostrado que el ejercicio moderado y cotidiano aumenta la producción de nuevas sinapsis al tiempo que regula el sistema cardiovascular.
Además, un estudio del Journal of Applied Physiology (2019), mostró que levantar peso también puede ayudar a mejorar la memoria y hasta reducir las pérdidas de la misma relacionadas con la edad.
La caminata y el trote (con el correspondiente alta médica) también son actividades posibles para aumentar el flujo de la sangre en el cerebro dado el impacto que produce el apoyo del pie contra el suelo.
Cambiar la rutina
Hacer las cosas sin pensar y de manera automática no favorece a despertar al cerebro. Sin embargo, realizar cambios en lo que se hace todos los días induce al cerebro a “despertarse”.
Tomar un camino diferente en el auto o en la caminata y escuchar música que no está en nuestra lista, son algunas formas de estimular la mente y darle dosis de dopamina y adrenalina.
Controlar la columna
La espalda es un parte del cuerpo que impacta de manera directa en el cerebro por lo que -si hay problemas y siempre bajo recomendación médica- pueden realizarse ajustes con kinesiólogos y profesionales específicos como osteópatas.
Desarrollar nuevas habilidades y hacerlas “a la vez”
En la edad adulta es más difícil aprender cosas nuevas por lo que esta práctica es clave a la hora de desarrollar la neuroplasticidad.
Así aprender cosas nuevas ya es un gran paso. Los especialistas también recomiendan que sería ideal que esos aprendizajes distintos “al mismo tiempo” para mejorar su estado cognitivo.
Tomar más agua y dormir bien
El cerebro es 73% agua y se ha demostrado que la pérdida de líquido corporal incide en problemas de enfoque y de memoria. Además, gran parte de las personas sufren deshidratación y no lo saben; lo que afecta su rendimiento general.
Por último, un buen descanso siempre proporciona al cerebro regeneración y mejora en la capacidad de acción.
Fuente: Infobae