Hasta la fecha, muchos estudios microbiológicos de la placenta, líquido amniótico, leche materna, sangre del cordón umbilical y aspiración nasal de los bebés de mujeres infectadas durante el embarazo han resultado ser negativos. Es más, existen estudios que confirman la presencia de anticuerpos IgA contra el SARS-CoV-2 en la leche materna de mujeres infectadas. Por esta razón, mantener la lactancia materna puede disminuir el impacto clínico del COVID-19 sobre los bebes lactantes.
Frente a este escenario, la Semana Mundial de la Lactancia tiene un enfoque más amplio; busca tomar consciencia y crear una cadena efectiva de apoyo a la lactancia materna, que incluya al ámbito laboral, económico y social.
Los profesionales del Sanatorio Finochietto nos ayudan a entender el enfoque integral de la lactancia materna. Es importante promoverla y contener a las familias de los recién nacidos desde todos los aspectos. Remarcan que amamantar es una elección y todas las madres deben sentirse acompañadas y comprendidas en este proceso.
¿Por qué es importante amamantar?
La lactancia es una forma económica de darle la mejor nutrición a un bebé. La leche materna contiene elementos inmunológicos, que protegen al bebé y previene enfermedades respiratorias, gastrointestinales, alergias y muchas otras, evita la desnutrición tanto como la obesidad, favorece el desarrollo del cerebro, mejora el apego mutuo y la contención emocional que el bebé necesita. También, es muy valiosa para la madre, ya que disminuye el riesgo de padecer cáncer de mama, osteoporosis y otras enfermedades. A nivel global, amamantar es una decisión de enfoque climático inteligente y fundamental para un desarrollo sostenible gracias a que no produce contaminación, a diferencia de lo que sucede con la industria de alimentación para bebés.
La OMS y UNICEF recomiendan comenzar con la lactancia durante la primera hora siguiente al nacimiento, que la lactancia sea el alimento exclusivo de los bebés durante los primeros seis meses de vida y continúe como un complemento de los alimentos hasta los dos años de vida.
¿Cómo podemos proteger la lactancia materna?
Para acompañar este vínculo de madre-bebé, podemos impactar de distintas maneras según nuestro rol en la sociedad.
La participación del padre es importante en apoyo de la elección de la lactancia, puede ayudar al involucrarse en los cuidados y brindar sostén físico y emocional. El compromiso repercute de manera positiva y ayuda en el desarrollo del bebé.
Como miembros de la comunidad podemos compartir experiencias, estrategias y generar una influencia positiva en las decisiones sobre alimentación infantil. Así como generar espacios de contención y comodidad para madres e hijos. Desde el punto de vista ecológico podemos promover la lactancia materna como la primera alimentación sostenible y renovable, que contribuye a la salud del planeta, de las personas y el mundo.
Podemos fomentar y difundir las opciones vigentes en el sistema de salud. Los centros como el Sanatorio Finochietto, que acompañan profesionalmente y con respeto las decisiones que las familias toman frente al embarazo, el parto, el nacimiento y la crianza del bebé, son vitales para la construcción de una sociedad sana.
Es importante valorar el trabajo interdisciplinario de pateras, consultores en lactancia, pediatras, obstetras y ginecólogos para cuidar la lactancia, ya que sus recomendaciones y experiencias tienen una influencia directa sobre la salud de la madre y el bebé.
Por esto, en conjunto con Fundación Medifé, el Sanatorio Finochietto brinda información, contención, capacitaciones y consejos apoyando la lactancia durante el período pre y post natal. Además, se fomenta la puesta al pecho en la primera hora de vida y la creación de un entorno amigable para la madre y el recién nacido.
Evitar la discriminación de las madres lactantes y promover una cadena efectiva de apoyo a la lactancia materna es algo en lo que todos podemos ayudar y así mejorar la salud pública.
¡Sumate a la iniciativa!
Para mayor información, ingresar a: www.sanatoriofinochietto.com