Ya es conocido que aquellas personas que contrajeron el virus pueden presentar, semanas e incluso meses luego de la recuperación, síntomas persistentes y afecciones en diversos órganos del cuerpo. Algunos de estos son síntomas leves pero que afectan su calidad de vida. Dolor de cabeza, cansancio, falta de aire o falta de olfato son los principales.
Sin embargo, hay otros síntomas que, sin un diagnóstico temprano y tratamiento adecuado, pueden llevar a múltiples complicaciones para la persona afectada. Las arritmias cardíacas son uno de ellos.
El médico cardiólogo Juan Pablo Costabel, jefe de la Unidad Coronaria e Internación del ICBA Instituto Cardiovascular, señala en una nota con Infobae que “los datos a nivel mundial señalan que uno de cada diez pacientes que sufre COVID puede tener alguna inflamación cardíaca, y aquellos que tienen más chances de padecerla son quienes tienen formas graves de COVID, en los que el proceso inflamatorio es mayor”.
“Esta inflamación cardiaca técnicamente se llama injuria miocárdica y una de sus consecuencias son las arritmias cardiacas y pueden tener distintos nombres técnicos, como taquicardia auricular, fibrilación auricular, taquicardia ventricular y, lo más común de todo, son extrasístoles auriculares y ventriculares”, detalla Costabel.
Efectos posteriores de la inflamación cardiaca y arritmias
Si bien las arritmias pueden requerir tratamientos transitorios o permanentes, el médico destaca que pareciera que la inflamación cardiaca producida por el COVID no vaya a dejar lesiones duraderas y agrega que “las arritmias post COVID muy raramente producen problemas graves si son diagnosticadas y tratadas a tiempo”. Es por esto que resalta la importancia de realizar una evaluación cardiovascular para obtener un seguimiento del estado y la salud del corazón.
Control y seguimiento médico post COVID
Para Costabel, “la ocurrencia de estos eventos obliga a que todos los pacientes que sufrieron COVID tengan una evaluación cardiovascular previo a su iniciación deportiva, la cual debe incluir un ecocardiograma, un holter de electrocardiograma y un eco estrés con ejercicio”. Estos son los estudios básicos para evaluar el estado cardiaco que regularmente debiera hacerse una persona, a los que se le agrega el Holter para descartar arritmia post COVID.
Una vez realizados los controles y el tratamiento, de ser necesario, el paciente puede reinsertarse en su actividad deportiva de rutina.
Concluye así la nota el médico con una última frase: “la gente no debe alarmarse, más bien debe saber que existe esta posibilidad y, por lo tanto, consultar. Es un ejemplo más de la necesidad de realizarse chequeos cardiovasculares”.