Un día como hoy, en 1948, se fundaba la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, en el mismo año, se proclamaba la Declaración de los Derechos Humanos con el objetivo de avanzar hacia la construcción de Estados que reconocieran, protegieran y garantizaran condiciones de dignidad para sus habitantes. Es por esto que este día se estableció como el Día Mundial de la Salud, con el objetivo de todos los años crear conciencia sobre el cuidado de la salud de la humanidad.
En los últimos años, la OMS mediante sus múltiples campañas, ha trabajado fuertemente para fomentar que la sanidad llegue a todos los rincones del planeta, alentando a la posibilidad de que las personas y las familias, puedan tener la atención sanitaria cuando lo necesitan dentro de su propia comunidad, sin tener que desplazarse largas distancias para acceder a ella.
Sin embargo, como declara la misma organización, “la pandemia por COVID-19 ha resaltado que algunas personas pueden vivir vidas más saludables y tienen mejor acceso a los servicios de salud que otras, debido a las desigualdades en su posición, estatus y voz en la sociedad y las condiciones en las que nacen, crecen, viven, trabajo y su edad.”. Es por esto que el lema propuesto para la efeméride este año es “Construir un mundo más justo y más saludable”.
El derecho a la salud
El artículo 25.1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 señala que “toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios”.
No obstante, hoy en día “en todo el mundo, algunos grupos no solo tienen acceso limitado a servicios de salud de calidad, sino que también luchan para llegar a fin de mes con pocos ingresos diarios, tienen un acceso más deficiente a condiciones de vivienda seguras y educación de calidad, menos oportunidades de empleo que paguen un salario digno, desigualdad, y tienen poco o ningún acceso a entornos seguros, agua y aire limpios y servicios de salud, y sufren inseguridad alimentaria. Los grupos que más sufren estas desventajas son a menudo los que sufren discriminación étnica y de género. Estas condiciones pueden provocar sufrimiento innecesario, enfermedades evitables y muerte prematura. Y daña nuestras sociedades y economías”, como lo destaca la OMS en el comunicado de su campaña.
Campañas para construir un mundo más justo, equitativo y saludable
“Pedimos a los líderes que garanticen que la equidad en la salud sea la pieza central de nuestra recuperación de la pandemia por COVID-19. Esto dará como resultado una región donde todos tengan condiciones de vida y de trabajo propicias para la buena salud, donde los sistemas de información en salud estén configurados para identificar a las poblaciones en situación de vulnerabilidad, donde la sociedad civil y los individuos sean socios en la búsqueda de soluciones donde ocurren las desigualdades y donde todos tienen acceso a la salud y la atención médica sin sufrir discriminación. Al mismo tiempo, instamos a los líderes a monitorear las inequidades en salud y garantizar que todas las personas puedan acceder a servicios de salud de calidad cuando y donde los necesiten”.
Siguiendo un objetivo similar al lema de la efeméride, la OMS decidió asignar este 2021 como el Año Internacional de los Trabajadores Sanitarios y Asistenciales, con el fin de reconocer y agradecer la inquebrantable dedicación de estos trabajadores a la lucha contra la pandemia de COVID-19, pero además para destacar la urgente necesidad de invertir en los trabajadores de la salud para obtener dividendos compartidos en materia de salud, empleo, oportunidad económica y equidad.
El Día Mundial de la Salud es un homenaje a todos los que lucharon en esta pandemia, pero es también una fecha para reflexionar sobre las múltiples enfermedades que existen y sobre la necesidad de la asistencia sanitaria universal.