Se sabe que uno de los motores básicos de la vida se encuentra en la alimentación. Necesitamos comer para tener energía, para pensar, para realizar nuestras actividades básicas. Sin embargo, no todos los alimentos cumplen con la función de nutrir al cuerpo y, mucho menos, de contribuir con la salud.
De acuerdo con la licenciada especialista en nutrición Priscila Navarrete (MP. 1272), jefa del servicio de Nutrición del Hospital Santa Isabel de Hungría, los compuestos esenciales que se necesitan para vivir y que deben ser consumidos a diario son vitaminas y minerales que se pueden encontrar en verduras crudas, frutas, leche, mantequilla y sus derivados, carne, pescado, huevos, legumbres, y en aceites vegetales.
Ahora bien, de acuerdo a la profesional, si bien la ingesta de estos alimentos debe ser en cantidades pequeñas, esto no quiere decir que se alcancen los valores recomendados y necesarios para el metabolismo, y por tanto no aseguran que el cuerpo vaya a funcionar correctamente: “Existen estados fisiológicos especiales en la vida de una persona, como lo son niñez, adolescencia, embarazo, lactancia y vejez. En estas etapas los riesgos de deficiencias nutricionales son mayores, ya que los requerimientos están incrementados y se consideran períodos críticos. Por lo general, en esos momentos están aumentadas las necesidades de proteínas, hierro, calcio, ácido fólico, entre otros. Y esas necesidades son diarias, es decir que la dieta debe ser completa todos los días. En estos momentos, es importante el asesoramiento profesional”.
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), si bien las necesidades nutricionales serán distintas según la edad, el sexo, la actividad y las exigencias ambientales y orgánicas del individuo, a grandes rasgos se aconseja:
-Etapa de 3 a 6 años (época crítica del crecimiento, que demanda mucho gasto energético y que empieza a configurar los hábitos alimentarios):
• Iniciar el hábito de consumir un desayuno completo;
• Evitar el abuso de golosinas y refrescos;
• Prestar especial atención al consumo de alimentos variados de origen vegetal y animal que aseguren un aporte adecuado de energía y nutrientes.
-Etapa de 7 a 12 años (periodo en el que las necesidades de crecimiento siguen siendo prioritarias):
• Evitar el abuso de alimentos de bajo valor nutritivo como los dulces, chucherías, refrescos, aperitivos fritos y la comida rápida.
-Etapa de 13 a 16 años (periodo de adolescencia donde los niños crecen, alcanzan la estatura definitiva y hay mayor exigencia académica):
• La familia debe supervisar la alimentación y evitar comportamientos alimentarios extraños.
En todos los casos, el organismo indica que es fundamental estimular a niños y adolescentes a llevar una vida activa y dedicar parte de su ocio a la práctica de algún deporte.
Para las etapas de embarazo y lactancia, los sitios Medline Plus y Clínica Mayo recomiendan:
-En el embarazo:
- Incorporar alimentos con ácido fólico, hierro, calcio y vitamina D;
- Preferir alimentos saludables a diario para darle a tu bebé lo que necesita para desarrollarse;
- Evitar el consumo de alcohol, de pescado y de productos que pueden tener gérmenes que causen enfermedades transmitidas por alimentos, incluyendo pescado blanco, salmón y caballa; panchos o fiambres a menos que se sirvan calientes; productos untables de carne refrigerada; leche o zumos sin pasteurizar; ensaladas listas en bandeja, como de pollo, huevo o de atún; quesos blandos sin pasteurizar; brotes crudos de cualquier tipo y demasiada cafeína.
-Durante la lactancia:
- Incorporar calorías adicionales para mantener la energía: Para obtener estas calorías adicionales, elige alimentos ricos en nutrientes, como una rebanada de pan integral con una cucharada de crema de maní, una banana o una manzana mediana y yogur;
- Tomar decisiones saludables para fomentar la producción de leche: Para ello, optá por alimentos ricos en proteínas, como carne magra, huevos, lácteos, porotos, lentejas y mariscos bajos en mercurio. Elegí una variedad de granos integrales como también frutas y verduras;
- Beber líquido con frecuencia.
Finalmente, para la vejez, el sitio Medline Plus indica llevar una dieta saludable y balanceada, incluyendo proteínas, carbohidratos, grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas (como la que contienen nueces, almendras,aceite de oliva), vitaminas, minerales y agua.
¿Por qué es importante el consumo adecuado de nutrientes?
De acuerdo a Navarrete, estar bien nutrido es la base de la salud y en algún punto “somos lo que comemos”, por lo cual un adecuado estado nutricional es un factor preventivo de múltiples enfermedades: “Estar bien nutrido reduce el riesgo de múltiples enfermedades e infecciones. De hecho, se ha comprobado científicamente que los pacientes bien nutridos que padecen patología clínica o quirúrgica tienen menor riesgo de complicaciones y mayor respuesta a los tratamientos que los pacientes con malnutrición”, concluyó.