La lactancia materna es la forma más natural y el mejor alimento para un bebé, contribuye a la salud y al bienestar de los lactantes y sus madres. Además, es una fuente de nutrición gratuita, confiable y renovable, que no produce ningún tipo de contaminación y protege nuestro planeta.
La madre que amamanta protege el medio ambiente ayudando a disminuir el consumo de energía y agua que se necesita para producir, transportar y envasar leches de fórmula; reduce los residuos de plásticos de la producción de mamaderas, tetinas y envases.
Para elaborar un litro de leche de fórmula se requieren cuatro mil litros de agua, y para envasarla se utilizan envases multicapa (5 capas), compuestos de tres materiales diferentes; cartón procedente de celulosa virgen, plástico polietileno y aluminio, todos materiales no biodegradables.
“Por el contrario, la leche materna es un alimento natural que además de contribuir al desarrollo saludable del bebé, no produce contaminación ni desechos” afirma el Dr. Guillermo Colantonio (MN 88422), jefe de pediatría y neonatología del Sanatorio Finochietto.
Este año, el Sanatorio Finochietto y la Fundación Medifé celebran la Semana Mundial de la Lactancia Materna bajo el lema “Apoyar la lactancia contribuye a un planeta más saludable” para promover la importancia de la leche materna y concientizar a la población de sus beneficios.
La leche materna contiene elementos inmunológicos, que protegen al bebé y previene enfermedades respiratorias, gastrointestinales, alergias y muchas otras, evita la desnutrición tanto como la obesidad, favorece el desarrollo del cerebro, mejora el apego mutuo y la contención emocional que el bebé necesita. Además, es muy valiosa para la madre, disminuyendo el cáncer de mama y osteoporosis. Se recomienda la lactancia como alimento exclusivo de los bebés durante los primeros seis meses de vida y como un complemento de los alimentos hasta los dos años de niño.
Para mayor información, ingresar a: www.sanatoriofinochietto.com