La situación del coronavirus es emergente y genera desafíos para el sistema de salud en forma constante. Por su dinamismo, la información científica que recibimos suele ser parcial o confusa. El contexto de un mundo globalizado, y la inmediatez de las comunicaciones hacen también que los datos se tergiversen provocando confusión y desorientación.
Uno de estos casos es el mito de que una hidratación adecuada previene la enfermedad. Hablamos con Iris Quiroga, médica de familia de OSEP (Mat. 7061), quien dijo que si bien una sugerencia constante por parte de los profesionales está en el consumo frecuente de agua, no se debe pensar que la hidratación permita en ningún caso prevenir el nuevo virus: “El agua potable, la gelatina, las infusiones son sumamente necesarios para mantener la hidratación que necesita nuestro cuerpo. Es recomendable tomar dos litros de agua u 8 vasos al día, pero no porque evite el coronavirus, sino porque ayuda al cuerpo en su correcto funcionamiento”.
De acuerdo con la especialista, por el momento la única forma de prevenir el virus es evitando el contacto estrecho; quedándose en los hogares; lavándose las manos con agua y jabón; manteniendo higiene respiratoria (esto es, taparse con el codo o un pañuelo al toser o estornudar); evitando tocarse ojos, boca, nariz u otras mucosas con las manos sucias y autoaislarse.
En cuarentena, recomendó mantener una alimentación e hidratación saludable, que debe ser:
- Completa, equilibrada, segura y adaptada al entorno;
- Potable (en caso de no tener agua potable, por cada litro de agua dijo agregar 2 gotas de lavandina, revolviéndolo y dejándola reposar por media hora);
- Sin azúcares o reducida en azúcares y grasa;
- Sin alcohol o sin sobrepasar los dos vasos al día en hombres y uno en mujeres;
- Saludable, incorporando frutas y verduras.
“No se debe esperar a tener sed. Cuando hay sed, hay deshidratación. Al mismo tiempo, hay que ayudar a las personas mayores a que consuman la cantidad recomendada por día, ya sea en forma de caldos, infusiones o gelatinas”, pidió Quiroga.
¿Cómo adquirir el hábito de una buena hidratación?
En estos días de aislamiento, algunos comportamientos y costumbres podrían ser cambiados para bien, como el de una hidratación adecuada. Ahora bien, ¿Cómo hacerlo?
El sitio web de Clínica Mayo te da algunas indicaciones al respecto:
1. Toma notas: Rechaza ese objetivo de 12 tazas al día. En cambio, comienza con metas pequeñas y alcanzables, como observar su consumo actual de agua. No sabrás cómo mejorar si no sabes por dónde empiezas. Pasa un día tomando notas. Lleva un registro de las bebidas que tomas, los alimentos que comes y cómo te sientes durante el día.
2. Elige un método para probar: Ahora estás listo para empezar a experimentar. Hay muchos trucos que la gente usa para beber más agua. Empieza por elegir un método para probar hoy y toma notas para comparar.
- Mantenlo visible. Lleva una botella de agua cuando salgas de casa, o pon una nota en el refrigerador o la mesita de noche para recordarte que bebas un vaso de agua.
- Dale sabor. Trata de agregar limón u otras frutas para endulzar la bebida. Añadirá nutrientes adicionales a la bebida, lo que puede mejorar tu estado de salud más allá de la hidratación. ¡Éxito asegurado!
- Come alimentos con alto contenido de agua. Hasta un 20 % del consumo diario de líquidos de una persona puede provenir de los alimentos. Los alimentos crudos, como las bayas, el apio y los pepinos, pueden ser una fuente principal.
- Fija horarios para beber agua.
- Bebe antes de comer. Las comidas proporcionan una oportunidad fácil para consumir más agua, así que trata de beber agua durante la comida o bebe un vaso de agua antes de empezar. La sed a menudo se malinterpreta como hambre, por lo que este truco podría incluso ayudar a controlar tu peso.
- Repone lo que debes. Estás constantemente perdiendo agua: a través de la transpiración, la micción e incluso la respiración. Trata de tomar pequeños sorbos a lo largo del día y agrega un vaso después de cualquier ejercicio o actividad al aire libre cuando haga calor.
3. Céntrate en el progreso: Después de haber experimentado con estas estrategias de hidratación, o con algunas propias, revisa tus notas. ¿Qué es lo que notas? Si un cierto consejo no te ayudó, simplemente ajusta tu plan y vuelve a intentarlo mañana.