Según la Organización Mundial de la Salud la diabetes es una enfermedad crónica que aparece cuando el páncreas no produce insulina suficiente o cuando el organismo no utiliza eficazmente la insulina que produce.
Por su parte, el pie diabético es una severa complicación y se define como la infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos del pie. Aparece cuando existen niveles inadecuados de glucosa en sangre y otros factores en personas con diabetes como hipertensión, tabaco, colesterol, que provocan un daño en los vasos y nervios, y pueden producir complicaciones a medio-largo plazo.
No todos los diabéticos presentan un pie diabético, pero si un paciente diabético presenta las complicaciones mencionadas anteriormente junto con un mal control glucémico, un calzado erróneo y malos hábitos de cuidado del pie, el paciente presentará un pie de riesgo que deberá ser tratado a la brevedad para evitar una posible amputación.
Los síntomas más habituales son:
- Dolor.
- Hormigueos y calambres.
- Pérdida de sensibilidad.
- Hinchazón.
La mayoría de las heridas en un pie diabético son causadas por una disminución de la sensibilidad del pie y surgen en la planta o en las zonas cercanas al hueso, como los nudillos de los dedos. En el caso de que un paciente observe una úlcera, deberá acudir lo antes posible al especialista, no solo para curarla, sino para diagnosticarla y diseñar un tratamiento personalizado. IMPORTANTE: el tratamiento deberá llevarse adelante por un equipo de profesionales interdisciplinario (diabetólogos, cirujanos vasculares, traumatólogos, podólogos, infectólogos, entre otros).
CUIDADOS A TENER EN CUENTA PARA PREVENIR UN PIE DIABÉTICO:
Hábitos higiénicos:
- La temperatura del agua no debe ser excesiva.
- Utilizar jabón neutro para no dañar la piel.
- Secar cuidadosamente el pie, incluyendo entre los dedos.
- Utilizar cremas hidratantes diariamente únicamente por la noche y sin aplicarlo entre los dedos.
- No usar objetos cortantes para quitarse las durezas. Esta función la realiza el PODÓLOGO.
- El corte de uñas debe ser recto y con alicates.
- Eliminar los picos de las uñas con una lima de cartón, nunca metálica.
- No andar descalzo en casa, en piscinas y en playas, para prevenir el riesgo de dañarse el pie.
Con respecto al calzado:
- Los zapatos deben de llevarse con medias, ya que evitan que el pie se deslice y lo protegen de roces.
- Las medias deben ser de fibras naturales (algodón, lino o lana) sin costuras y que no aprieten.
- Las mujeres que usen medias, no deben ser cortas, ni tener gomas o ligas y deben llevarse con las costuras hacia fuera.
- A la hora de comprar un calzado, este no debe apretar ni estar muy suelto.
- La anchura interna del calzado debe ser igual a ancho del pie, sin que comprima los dedos.
- Es recomendable que se adapte con cordones o velcro y que no tenga costuras en el interior.
- Es muy importante revisar el interior del calzado con la mano antes de ponérselo para detectar cualquier cuerpo extraño que pueda lesionar su piel.
Sobre Gustavo Depaoli: Director y Fundador del Centro Argentino de Pie Diabético y Enfermedades Vasculares. Es especialista en cirugía vascular. Ex jefe del grupo multidisciplinario de tratamiento de pacientes con pie diabético del HGA Cosme Argerich. Medico de planta del Servicio de cirugía vascular del HIGA Eva Perón de San Martin.