En épocas de altas temperaturas es habitual escuchar a médicos de distintas disciplinas acerca de la importancia de la hidratación. Un ideal de 2 litros por día (8 vasos) es lo que señalan los profesionales para cuidar la salud del organismo. Sin embargo, hay factores que llevan a muchas personas a no ingerir la cantidad de agua necesaria al día, como la falta de sensación de sed, la confusión de sed con hambre, o el disgusto por el agua.
Los riesgos de no ingerir la cantidad de agua necesaria son múltiples y pueden llegar a manifestarse gravemente en forma de cálculos renales e, incluso, de insuficiencia renal. Sobre el tema se expresó el urólogo Federico Aveni, miembro del staff de Centro Médico Chacras (Mat. 10408), quien explicó con precisión de qué tratan los cálculos renales y por qué la falta de hidratación es comprometedora: “Los cálculos renales son depósitos de minerales y sales producidos por un aumento en su excreción. Los predisponen varios factores entre los que se encuentra la deshidratación, ya que facilita el depósito de cristales y su acumulación produciendo los cálculos. Puede cursar de manera asintomática o producir cólico renal (lumbalgia asociada a disuria y vómitos), hematuria (sangre en la orina) o simular los síntomas de una cistitis”.
De acuerdo al especialista, la deshidratación se produce cuando hay un desequilibrio entre menor ingesta y aumento de los requerimientos de líquidos, por lo que el riesgo de padecer cálculos puede disminuir con una adecuada ingesta de líquidos y dieta equilibrada. Para poder saber si estás deshidratado/a debés prestar atención a los diversos síntomas. Clínica Mayo los categoriza por edad:
En lactantes o niños pequeños:
- Boca y lengua secas
- Llanto sin lágrimas
- No mojar los pañales durante tres horas
- Ojos y mejillas hundidos
- Zona blanda en la parte superior de la cabeza (fontanela) hundida
- Irritabilidad
En adultos:
- Sed excesiva
- Micción menos frecuente
- Orina de color oscuro
- Fatiga
- Mareos
- Confusión
En la misma línea, el urólogo consultado aseguró: “La deshidratación puede llevar a un mal funcionamiento de los riñones (insuficiencia renal), por eso la importancia de una adecuada hidratación en verano, especialmente en los niños menores de 5 años y adultos mayores de 60 años”.
Otros factores que aumentan el riesgo son la dieta rica en sales y proteínas, diversos trastornos metabólicos y, de acuerdo con Clínica Mayo, antecedentes familiares o personales, la obesidad y cirugías y enfermedades digestivas.
Tratamiento
En cuanto a la actuación sobre los cálculos, Aveni clarificó que puede ser médica o quirúrgica, dependiendo el caso. En ese sentido, el sitio MedlinePlus detalla que algunas personas con dolor fuerte por cálculos renales necesitan hospitalización, requiriendo transferencia de líquidos a través de una vía intravenosa en su vena. En otros casos, el médico puede recetar medicamentos para impedir la formación de los cálculos o para ayudar a descomponer y eliminar el material que lo está causando. Estos medicamentos pueden ser:
- Alopurinol (para los cálculos de ácido úrico)
- Antibióticos (para los cálculos de estruvita)
- Diuréticos (píldoras de agua)
- Soluciones de fosfato
- Bicarbonato de sodio o citrato de sodio
- Píldoras de agua (diuréticos de tiazida)
- Tamsulosina para relajar el uréter y ayudar a que el cálculo pase.
Para finalizar, considerar que la cirugía suele estar indicada cuando el cálculo es demasiado grande como para salir por sí solo; si está creciendo; bloqueando el flujo de orina y causando una infección o daño renal o si el dolor es incontrolable.