“Sentir ansiedad de modo ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad con frecuencia tienen preocupaciones y miedos intensos, excesivos y persistentes sobre situaciones diarias”, según Mayo Clinic.
Cuando esa angustia traspasa cierto umbral, produce síntomas que desencadenan crisis de ansiedad, siendo el principal síndrome el ataque de pánico.
Diario Salud habló del tema con los licenciados Alejandra Morales (Mat. 3992), del Staff de Centro Médico Chacras y Juan Carlos D’Innocenzo (Mat. 476), psicólogos mendocinos, quienes dieron a conocer detalladamente a este trastorno: “Un ataque de pánico es un período diferenciado de temor o malestar intenso en el cual 4 (o más) de los siguientes síntomas se desarrollan en forma abrupta y alcanzan su intensidad máxima a los 10 minutos: palpitaciones, sacudidas del corazón o taquicardia; sudación; temblor o sacudidas musculares; sensaciones de disnea o asfixia; sensación de atragantarse; dolor o molestia torácica; náuseas o malestar abdominal; sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo; desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (sentirse separado de sí mismo); temor a perder el control o a enloquecer; miedo a morir; parestesias (sensaciones de hormigueo o entumecimiento); escalofríos o sofocaciones.Se da de manera frecuente, produciendo una parálisis en la conducta de quienes lo sufren y puede evolucionar hacia un alcoholismo secundario”.
De acuerdo con la psicóloga, una combinación de factores puede predisponer a los trastornos de pánico. Entre los causales puede mencionarse a los genéticos (familiares), los ambientales (contextos estresantes) y los psicológicos (conductas aprendidas de inhibición, evitación, ansiedad). Además, si el paciente posee trastornos del estado de ánimo, trastornos relacionados con el consumo de sustancias o trastornos de ansiedad (como se mencionó anteriormente) los ataques de pánico suelen ser recurrentes.
Dependiendo de la intensidad de la crisis de pánico, D’Innocenzo explicó que la persona puede recibir distintos tratamientos que suelen ser curativos de la patología y contó que algunos ataques de pánico están siendo atendidos por médicos de ambulancia: “Siempre está indicada la psicoterapia para aquellas personas que sufren ataques de pánico y, en algunos casos, se acompaña de psicofármacos. Dependiendo de la intensidad y de la frecuencia de la crisis de pánico, la persona puede ser medicada o no. Y, a veces, los pacientes utilizan al medicamento de efecto placebo, esto es, lo llevan en la cartera o en el bolsillo y eso les produce un efecto tranquilizador. Actualmente los servicios de emergencia llegan frecuentemente a consultas de crisis de pánico, así que los médicos están más o menos capacitados, colocando muchas veces un ansiolítico endovenoso”.
En la misma línea, la Lic. Morales especificó que existen diferentes enfoques de tratamiento psicológico para abordar los ataques de pánico, entre los que se aplica terapia cognitivo conductual. Esta suele incluir los siguientes componentes:
- Un componente educativo acerca de qué es la ansiedad y el pánico;
- Reestructuración cognitiva;
- Alguna forma de exposición a los estímulos externos, internos o a ambos;
- Entrenamiento en respiración y/o entrenamiento en habilidades de afrontamiento.
“Cuando la respuesta al tratamiento no es suficiente, es necesaria la intervención del psiquiatra para evaluar una terapia farmacológica, como también la participación de la familia es importante para ayudar en la mejora del tratamiento del paciente”, afirmó la profesional.
“Además de los tratamientos que existen, si la persona enfrenta el desencadenante de su crisis acompañada de alguien, su temor se reduce significativamente”, extendió el especialista.
Algunas recomendaciones para asistir a una persona durante un ataque de pánico
Respecto a la ayuda que se le puede dar a una persona cuando está atravesando una crisis de pánico, la psicóloga puntualizó:
- Mantener la calma para poder ayudar;
- Trasladar a la persona a un lugar tranquilo;
- Preguntarle qué necesita;
- Hablarle de modo simple y claro;
- Ayudar a que se relaje con técnicas de respiración, contando lentamente y respirando juntos;
- Manifestarle que puede superar la situación;
- Esperar los minutos necesarios para recuperar la calma.
“Cuanto antes se busque ayuda profesional frente a los ataques de pánico y se cumpla el tratamiento, se podrá evitar que los mismos empeoren. Junto con esto, realizar actividad física que permita mantener mejores niveles de ansiedad”, finalizó la licenciada.