Por primera vez, todo el territorio mendocino se suma a la proscripción de la venta libre de fuegos artificiales. Y si bien algunos locales podrán comercializar pirotecnia, serán pocos y con la aprobación previa del Registro Provincial de Armas. La decisión se acerca a la expectativa que manifiestan los padres de menores que sufren autismo y a la de las organizaciones que promueven más derechos para los chicos autistas, que aspiran a que se llegue a la pirotecnia 0.
De acuerdo a Juan Matías, padre de un niño con autismo y miembro activo de la Asociación de Autismo de Mendoza, además de la prohibición que se ha logrado, lo que se busca es la concientización de la población: “Si bien se ha trabajado fuertemente para la restricción de la venta de pirotecnia, el mercado en los lugares autorizados va a seguir estando. Entonces, más allá de la adhesión recibida, necesitamos que la gente entienda que cuando tiran pirotecnia causan un gran sufrimiento en los chicos con autismo”.
En esa línea, Elisa, mamá de otro chico autista y presidenta de la sociedad, explicó que es importante el conocimiento de esta condición y de lo que los y las chicos y chicas con autismo viven frente a ruidos tan vigorosos como los de la pirotecnia. En uno de sus post, compartió el mensaje de un niño japonés con autismo y escritor de algunos libros: “El problema es que tu no entiendes como los sonidos nos afectan. No es el hecho de que el ruido nos de nervios. Tiene más que ver con el temor de que si seguimos escuchando perdemos todo el sentido de donde estamos. En esos momentos, sentimos como que el suelo tiembla, como si todo los que nos rodea viene hacia nosotros y eso es muy aterrador. Así que para nosotros taparnos las orejas es una manera de proteger y recuperar nuestra conciencia de donde estamos”.
Así mismo, el papá que charló con este diario contó más acerca de cómo sufren los chicos los cambios bruscos, sin anticipación, sobre todo cuando se trata de fuegos de artificio. Y explicó la magnitud de la hipersensibilidad: “Para que la gente se dé una idea, y hablo del caso de mi hijo, él no puede estar presente cuando en el jardín cantan el feliz cumpleaños. Cuando hay actos en el colegio, mi hijo no va porque la pasa mal. Acostumbrarlo a un cambio repentino, como subirse a un auto que no es el mío, es hacer que lo pase mal. En las fiestas, este cambio es aún más repentino, y hay que anticiparse encerrándose o distrayendo al niño. En ese sentido, se ha avanzado mucho con la prohibición que se viene logrando con la pirotecnia”.
Agradeciendo por la disminución de venta de pirotecnia que hubo el año pasado, otra mamá escribía al grupo de autismo de Mendoza el día después de noche buena, expresando que su hija fue feliz por primera vez en doce años, cenando en la mesa sin necesidad de encerrarse en una habitación para navidad.
¿Qué mitos giran alrededor del autismo?
Sensibilizando acerca de la realidad de la condición autista, Elisa manifestó que el autismo no es una enfermedad ni tampoco un trastorno, sino que es una condición con la que los chicos viven toda su vida. El día a día se vive naturalmente, no con grandes alteraciones, teniendo en cuenta las anticipaciones y adaptaciones que la persona pueda llegar a necesitar. Y sí puede ser más complicado el entorno, por ello la necesidad de un acompañante que los prevenga y contenga.
Al mismo tiempo, desmintió que los chicos con autismo vivan en su mundo, y por el contrario expresó que a veces se interesan demasiado por algo que les llama la atención, pero que eso no quiere decir que estén completamente aislados. Y volvió a hacer hincapié en que el autismo no es una enfermedad y que no tiene cura.
Otros logros alrededor de esta condición
Finalmente, tanto Elisa como Juan Matías mencionaron algunas conquistas desde la “Ley Simple” (27.043), que ya aplica en Buenos Aires y que podría reglamentarse el año que viene en Mendoza: “Esto para nosotros es muy importante, ya que hay puntos- como las estadísticas- que antes no estaban. Habla también de capacitación docente en todos los niveles; de capacitación a los agentes de salud y menciona en uno de sus artículos que cuando se debata resoluciones se invite a las familias para conocer las necesidades”.
También hablaron de la importancia de conocer la cobertura social y de hacer los trámites de discapacidad. Y destacaron la adhesión de empresas como Carrefour o La Veneciana, ya que el primero otorga dos horas entre semana para que los niños con autismo puedan ir al supermercado (donde apagan la música y bajan las luces), y el segundo aporta con cartelería y tomando conciencia y reconocimiento de los derechos de los niños autistas.