4 de cada 10 chicos y adolescentes sufren de obesidad y sobrepeso en la Argentina. Así lo reflejan las últimas encuestas sobre nutrición y salud publicadas este año. Además, un 13,6% de niños menores de 5 años padece sobrepeso u obesidad. Comparativamente a los datos que arrojaba la última encuesta realizada en el 2007, la frecuencia de sobrepeso y obesidad en chicos y adolescentes de entre 5 y 17 años aumentó un 20%, esto es, un 40% de esa población. Así mismo, los números sobre obesidad y sobrepeso en menores de 5 años reflejó un 13,6% frente al 2,3% que indicaba la encuesta del 2007.
Analizando estos números, la licenciada Victoria Brennan, nutricionista pediátrica en Centro Médico Chacras (Mat.1634), manifestó alarma y expresó que”estos datos confirman que la obesidad y el sobrepeso son el principal problema de malnutrición en la Argentina”.
Según el Ministerio de Salud de la Nación, el riesgo de contraer una o algunas problemáticas de salud de entre las 200 posibles aumenta a largo plazo: “por ejemplo: diabetes, hipertensión arterial (presión alta), enfermedades respiratorias crónicas, enfermedad de los riñones, del hígado y algunos tipos de cáncer”.
En cuanto a las causas, la especialista entrevistada destacó que se trata de una enfermedad multifactorial dentro de la cual un pilar fundamental es la mala alimentación. “Los patrones alimentarios de la población argentina reflejaron en la última encuesta hábitos saludables alimenticios muy deficientes. Sólo un tercio de la población consume (al menos una vez por día) frutas y verduras y sólo 4 de cada 10 individuos consumen lácteos recomendados diariamente. Además, la mitad de la población consume carne al menos una vez por día. Por otro lado, el consumo de alimentos no recomendados es extremadamente alto en niños y adolescentes: el 37% toma bebidas azucaradas diariamente; el 17% consume diariamente productos de pastelería (facturas, tortitas, galletas); cerca del 16% consumen snacks y golosinas al menos dos veces por semana. Este es un signo bastante fidedigno del aumento del sobrepeso y la obesidad. Otras causas son la inseguridad (ya que al no poder salir a jugar a la calle, aumenta el sedentarismo en los niños); la utilización de dispositivos electrónicos como computadoras, celulares, tv, por más de una hora (aumentan el sedentarismo y el consumo de alimentos ultra procesados); los entornos escolares poco saludables (que los proveen en un 70%) y por la falta de una concientización social sobre el tema”.
La alimentación saludable como un derecho
De acuerdo a Brennan, dentro del derecho a la alimentación un aspecto importante es el de la alimentación saludable, ya que es un factor clave en la prevención de enfermedades (conjuntamente con el ejercicio físico). Además, según la nutricionista, cuidar la calidad alimentaria y entrenar disminuiría la pandemia que existe actualmente y evitaría al Estado elevados gastos en salud pública.
“Todos tenemos que luchar porque este derecho exista, previniendo enfermedades, incapacidades y bullying”, enfatizó la licenciada.
Para ello, explicó que las leyes que existen sobre alimentación saludable (como los quioscos saludables en las escuelas) deben hacerse respetar, comenzando por los organismos del Estado. A lo anterior, sumó la necesidad de generar entornos saludables: “Este es un tema social y político, que debe ser regulado por un organismo del Estado para que se cumpla. Acá en Mendoza se trabaja bastante en este punto y de hecho hay un decreto que promueve ‘espacios libres de bebidas azucaradas’, como los colegios. El colegio debería dar acceso sólo al agua como bebida. Y estaría bueno que se hiciera con los alimentos: que en las escuelas sólo se puedan comprar alimentos saludables y que en estos espacios sólo puedan consumirse estos alimentos. Además, habría que aumentar la carga horaria de la actividad física; reclamar por la seguridad, que también limita a la actividad física extracurricular y agregar a la currícula materias sobre nutrición”.
¿Qué se puede hacer para prevenir y controlar la obesidad desde los hogares?
Para evitar y controlar la obesidad y el sobrepeso y hacer valer el derecho a una alimentación de calidad, el Ministerio de Salud recomienda:
- Realizar 4 comidas al día: desayuno, almuerzo, merienda y cena.
- Aumentar el consumo de frutas, verduras y de pescado;
- Elegir leche, yogur y queso preferentemente descremados;
- Disminuir el consumo de alimentos ultraprocesados con mucha azúcar, grasa y/o sal como las golosinas, productos de copetín, fiambres, embutidos y bebidas azucaradas. Dejarlos para ocasiones especiales;
- Preferir alimentos preparados en casa sin agregado de sal al cocinar (reemplazar la sal por condimentos como orégano, pimienta, ajo, perejil, romero, tomillo);
- Realizar al menos 60 minutos de actividad física por día a intensidad moderada.
La importancia de generar hábitos alimentarios desde la primera infancia
Finalmente, en cuanto a la reversión o modificación de la obesidad y el sobrepeso, la nutricionista señaló que es fundamental el enfoque en la primera infancia de parte de la sociedad y de los organismos políticos: “Desde que la mujer está embarazada y hasta que el niño cumple dos años, nosotros promovemos buenos hábitos alimentarios para que perduren a lo largo de la vida. Por otro lado, con los niños malnutridos lo seguimos trabajando hasta lograr esa modificación”.
Y, en cuanto a las guías de alimentación que proporciona Salud, contó que se están actualizando y que se trabaja mucho con ellas: “Desde la Sociedad Argentina de Pediatría se está trabajando en actualizar las guías para menores de dos años, siguiendo una línea de prevención del exceso de peso. Con las guías alimentarias se trabaja bastante y tenemos el ovalo alimentario que es fácil de aplicar”.