Laboratorios Boehringer Ingelheim, a través de su iniciativa Angels, se encuentra realizando una campaña de concientización sobre Accidentes Cerebro Vasculares por escuelas y hospitales de la provincia. Con una fuerte responsabilidad social, este proyecto de alcance mundial busca prevenir los riesgos y secuelas de ACVs no tratados a tiempo. Acompañados de material educativo e interactivo, y contando con el aval de la Sociedad Argentina de Neurología, del grupo multisocietario y del lider del proyecto en Argentina, Uruguay y Paraguay (Rodrigo Casares), asesores de Boehringer y profesionales de distintos hospitales capacitaron a alumnos y a personal de algunos nosocomios mendocinos, y continuarán haciéndolo hasta el viernes 25.
En comunicación con Diario Salud, Romina Delgado, consultora de la iniciativa en Mendoza y miembro de tal laboratorio, habló sobre el desarrollo del proyecto Angels: “Empezamos la semana pasada instruyendo a profesionales médicos y no médicos en el auditorio Ángel Bustelo y continuamos esta semana con la campaña de divulgación por los colegios. La idea de Angels es mejorar el tratamiento del ACV agudo proporcionando herramientas, recursos y el soporte necesarios para optimizar los procesos de atención e implementar redes de atención del ACV”.
De acuerdo a la integrante del proyecto, la primera campaña realizada anteriormente consistió en visitar colegios secundarios de la ciudad de Mendoza y alrededores, dando charlas para alumnos de 4to y 5to año acerca de cómo reconocer los síntomas y la importancia de actuar con velocidad ante un posible ACV. “Esta semana comenzamos con la segunda campaña de divulgación a terminar el viernes en la escuela de la Universidad Juan Agustín Maza”, prosiguió.
Además, según la consultora, se trabajó junto a doctores y con las escuelas en la visión y misión de la iniciativa: “La visión consiste en que todos los pacientes con ACV sean tratados en un hospital preparado lo antes posible para reducir la morbimortalidad. Y la misión es desarrollar una Red Nacional de atención de ACV, justamente para que el paciente pueda recibir un tratamiento adecuado en el menor tiempo posible”.
Bajo tales objetivos, los miembros de Angels llevaron a cabo su participación en la Jornada de pre-hospitalarios, organizada por el servicio de emergencias de la provincia, y en la de hospitalarios, con instituciones con unidades de ACV. “Estuvieron presentes los médicos del servicio de Neurología del Hospital Luis Lagomaggiore; los miembros del área de Terapia del Hospital Español; quienes conforman la guardia neurológica del hospital Del Carmen y los neurólogos del Hospital Central. También nos acompañaron médicos de la Sociedad Argentina de Neurología, quienes dieron algunas charlas”, contó la asesora.
En cuanto a los resultados por el “entrenamiento” realizado en las escuelas, Delgado especificó que más de 2415 alumnos recibieron educación en la detección de síntomas de ICTUS y que, de ese total, 363 decidieron transformarse en divulgadores: “Los recursos utilizados durante las charlas fueron material de folletería; credencial; materiales de ‘Actúa con velocidad’; stikers; hashtags; diálogos con los médicos disertantes y una aplicación para reforzar los conocimientos a modo de trivia. Finalmente, todos los estudiantes recibieron una certificación por la instrucción recibida. De esta manera, obtuvimos una visible participación de los alumnos, quienes se vieron comprometidos a divulgar y a actuar adecuadamente ante posibles casos de ACV”.
La multiplicación de la campaña como punto de las charlas
Según la consultora, además de difundir los síntomas de la enfermedad y despertar conciencia de que se está ante una enfermedad tempo-dependiente, la intención de Angels en las escuelas es hacer llegar la iniciativa a muchas más personas: “Nos pusimos como desafío que, además de encarar la tarea de difusión uno a uno, queremos lograr que se multiplique a sí misma lo máximo posible en beneficio de la comunidad. No queremos que solo quede en el conocimiento del individuo expuesto a la campaña, sino que buscamos que ese mismo individuo se apropie del conocimiento y se transforme en divulgador natural. Algo así como ‘viralizador humano’”.
Por ello, a través de videos y material impreso, el conocimiento fue compartido con este diario para su difusión. Entre los posibles síntomas a tener en cuenta, laboratorios Boehringer Ingelheim indican:
- No poder levantar uno de los dos brazos;
- Pérdida de fuerza en un lado del cuerpo: brazos, piernas, manos, etc.;
- Sonrisa caída o asimétrica;
- Problemas al hablar, como decir una palabra inventada o sin sentido, o no poder hablar;
- Dolor de cabeza intenso y repentino.
Además, con la consigna #Actuaconvelocidad piden prestar atención a problemas repentinos para caminar, mareos, pérdida del equilibrio o coordinación y a problemas de visión en uno o ambos ojos.
La respuesta de los chicos luego de la capacitación
De acuerdo a Enrique Guevara, directivo y docente en los colegios Emilio Civit y Químicos Argentinos, los alumnos quedaron cautivados con el mensaje de la iniciativa y tuvieron una amplia adhesión a la divulgación: “El mensaje fue claro. La forma en que se dirigieron los disertantes hacia los chicos, hablando de igual a igual; la utilización de tecnología para reforzar conocimientos e interactuar; las palabras simples con que explicaron el proceso de ACV y su detección les permitió ver lo grave que puede ser y lo fácil que es ayudar a quienes lo sufren con sólo conocer eso. Estamos muy contentos con lo logrado”.
A partir de lo visto, según el profesor, los alumnos se interesaron mucho en la temática ya que “entendieron que mientras más gente conozca signos, síntomas y accionar, las posibilidades de salvar una vida aumentan”.
La capacitación estuvo destinada a los chicos de quinto y sexto año de las secundarias, no así de todos los cursos. Sin embargo, contó Guevara que los miembros de la iniciativa repartieron material y certificaron a algunos alumnos como divulgadores, por lo que serán ellos quienes se encargaran de hacer llegar el mensaje a todos los estudiantes.
Finalmente, el docente relató cómo personalmente le sirvió la capacitación, ya que un día después, una vecina sufrió un ACV y su esposa estaba presente allí: “Yo me anoté como divulgador y, al día siguiente, le conté a mi esposa sobre cómo detectar un ACV, ya que ella también es docente. Le di material para ella y para las maestras de la escuela. Al volver ella de la escuela detecta que una vecina estaba sufriendo un ACV. Inmediatamente llamó a la ambulancia, la internaron y ahora ya está en sala común”.