Ansiedad, dolor muscular, cansancio y falta de concentración, sensaciones que suelen aparecer de manera esporádica en la vida de las personas, son también características de la fibromialgia. Y es que este trastorno, caracterizado específicamente por un dolor musculoesquelético generalizado, se explica por una alteración de los neurotransmisores del sistema nervioso que desencadena este tipo de reacciones.
Los pacientes, al enfrentar síntomas tan confusos, suelen relegar la consulta y suponer que estos “ya pasarán”. Sin embargo, cuando deciden consultar, tampoco es sencillo para los profesionales determinar de qué se trata: “El paciente suele visitar a distintos especialistas según el síntoma que más le moleste. Y es común que llegue al reumatólogo con numerosos estudios, después de haber realizado múltiples consultas”, explicó la especialista en reumatología Ana Curti (Mat. 8656).
La doctora, perteneciente al staff médico de Centro Médico Chacras, contó que, de todas maneras, cuando la persona presenta dolores crónicos osteomusculares de más de 3 meses de evolución, se considera que puede padecer fibromialgia. En ese sentido, los especialistas de Mayo Clínic indican: “Anteriormente, los médicos examinaban 18 puntos específicos del cuerpo de una persona para ver cuántos de ellos causaban dolor al presionarlos firmemente. Las nuevas pautas no requieren un examen de los puntos sensibles. En su lugar, la fibromialgia puede diagnosticarse si una persona tiene dolores generalizados por más de tres meses y no existe otra enfermedad de fondo que pudiera causar el dolor”.
Curti especificó que, además del factor tiempo-dolor que se toma como indicador de la enfermedad, existen otras circunstancias que favorecen a la aparición de la misma. Así, por ejemplo, señaló que cuando se manifiesta fatiga, dificultad para conciliar el sueño, ansiedad, cefalea, hormigueos en las manos y/o sensación de tumefacción articular hay que indagar en:
- la existencia de más casos en la familia;
- el sufrimiento de un estrés prolongado;
- traumas psíquicos;
- el historial de cirugías (si se atravesó una cirugía mayor); o
- en el sufrimiento de un latigazo cervical.
“Si bien este trastorno se presenta con mayor frecuencia en mujeres de entre 40 y 50 años, puede mostrarse en personas de cualquier edad y sexo”, detalló.
Dificultades de la fibromialgia
Si bien esta enfermedad “invisible” no representa un riesgo vital para quienes la transitan, la fibromialgia no tiene cura y puede estar acompañada de una serie de características que fluctúan a lo largo de la vida como estas:
- afecta la capacidad para desenvolverse de manera fluida en casa y en el trabajo disminuye;
- aumentan los niveles de estrés y ansiedad;
- se desarrolla una “memoria del dolor” que hace más sensible a los receptores del cerebro.
Tratamiento
La terapéutica de esta enfermedad es fundamental para reducir a un mínimo posible los síntomas de dolor. Por ello, la reumatóloga indicó que el primer paso es concluir en el diagnóstico adecuado que permita determinar el tratamiento: “El abordaje debe incluir fármacos (antidepresivos, analgésicos y algunos anticonvulsivantes), ejercicio físico aeróbico y terapias psicológicas”.
Desde el sitio de Mayo Clinic destacan una serie de tratamientos fisioterapéuticos y ocupacionales complementarios:
- Fisioterapia. Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios para mejorar tu fuerza, tu flexibilidad y tu resistencia. Los ejercicios en el agua pueden ser particularmente útiles.
- Terapia ocupacional. Un terapeuta ocupacional puede ayudarte a realizar ajustes en tu entorno de trabajo o en la forma en la que realizas ciertas tareas para reducir el estrés en el cuerpo.
- Asesoramiento psicológico. Hablar con un asesor puede ayudarte a fortalecer la confianza en tus habilidades y enseñarte estrategias para lidiar con las situaciones estresantes.