La enfermedad de tiroides es una alteración en la glándula tiroidea que habitualmente se da por cuestiones inmunológicas. La actividad de la misma puede disminuir o aumentar, provocando trastornos como el hipo o el hipertiroidismo. Puede aparecer en cualquier momento de la vida y causar multiplicidad de síntomas confusos: “Modificaciones bruscas de peso; cambios de sensación de la temperatura corporal; situaciones de temblor por frío; piel reseca; cansancio o hiperactividad y a veces glóbulos oculares que parecen salirse de órbita, son algunos de los signos”, detalló el doctor Ernesto Olcese, jefe del servicio de Gineco-obstetricia del Hospital Santa Isabel de Hungría y jefe del departamento de Perinatología del Hospital Lagomaggiore (Mat. 5624).
Dependiendo de la función tiroidea que esté afectada, mamá o bebé pueden ver competencias de su cuerpo dañadas o hasta su vida en riesgo. Así, según el especialista, si hay una alta actividad tiroidea (hipertiroidismo), una vez expulsada la placenta, la gestante puede morir. Y en caso de una baja actividad de la glándula (hipotiroidismo), el neonato puede sufrir una parálisis cerebral: “En el caso del hipertiroidismo, cuando el bebé nace y se expulsa la placenta, ese embarazo que había sido como una defensa para la tiroides deja de serlo. La complicación más frecuente se produce en la mamá dentro de las 72 hs después del post-parto, manifestándose bajo una crisis que se llama ´tormenta tiroidea’ que puede terminar con la vida de la mamá. Y en el caso del hipotiroidismo el que más se afecta es el bebé durante el crecimiento, porque la hormona tiroidea es fundamental para el desarrollo del sistema nervioso central. Entonces, si el bebé no recibe el aporte hormonal correspondiente de la glándula tiroidea, puede tener alteraciones que pueden ir desde desórdenes leves en la lecto-escritura hasta una parálisis cerebral”.
Para evitar ambos problemas, el obstetra señaló es muy importante realizarse estudios antes y/o durante el embarazo, para así tomar las medidas correspondientes. De esta manera explicó que cuando los profesionales detectan hipotiroidismo en la gestante, indican un medicamento y aumentan su dosis para asegurar el desarrollo neurológico del niño, mientras que cuando la paciente es hipertiroidea, se baja la dosis del medicamento hasta el momento del nacimiento, donde se vuelve a aumentar: “así se evita la crisis post-parto”, aseguró.
Con respecto a la prevención de la enfermedad manifestó su imposibilidad, aunque aclaró que una vez detectada se hace más viable un embarazo exitoso: “Como es una enfermedad inmunológica, puede aparecer en cualquier momento de la vida. No se puede prevenir, básicamente. Pero sí, una vez que ha sido detectada, hay que tomar todos los recaudos y un control desde el inicio del embarazo. Esto para ir modificando dosis de medicación para que se produzca un embarazo con un final triunfante”.
¿Cuándo consultar con el médico?
Finalmente, según la fundación Mayo Clinic, se sugiere una consulta con el especialista cuando:
- Se experimenta una pérdida de peso inexplicable;
- Se acelera el ritmo cardíaco;
- Se produce sudoración inusual;
- Se inflama la base del cuello;
- Hay cansancio sin ningún motivo;
- Se seca la piel;
- Se hincha y palidece la cara;
- Se sufre de estreñimiento; o
- Se tiene voz ronca.