Las adicciones son guaridas que remiten a intensos estados de angustia y depresión. Surgen cuando, ante el sentimiento de vacío, se busca un placer inmediato en objetos que prometen causar esa sensación. Se dan, generalmente, en personas que se autoreprochan constantemente y que no encuentran apoyo en el entorno, buscando sentirse vivos por un momento.
Según el licenciado Juan Carlos D’Innocenzo, psicólogo (Mat. 476), “Cuando una persona posee fuertes vínculos sociales es muy difícil que caiga en una adicción, porque encuentra goce en esa interacción social, en el trabajo, en un deporte, en un mundo muy amplio. Pero cuando se ve privada de todas esas facilidades es más factible que las busque en algún potenciador de adicciones”.
Así, gracias a la mediación de las relaciones y a su transformación en vínculos cada vez más superficiales, algunas personas han comenzado a aislarse y han encontrado al satisfactor de su angustia en la realidad virtual: “Lo virtual, con su base material tecnológica infinitamente más amplia, flexible, variopinta y atractiva, promete un mundo más pleno de aventuras que cualquier reacomodamiento de cuerpos físicos. Sin demonizar al campo virtual, se hace necesario distinguir cuándo se está haciendo un uso racional y cuándo es patológico”, aseguró D’Innocenzo.
Al mismo tiempo, el quererse “sentir bien”, “pertenecer” y “vivir sensaciones nuevas” ha incrementado en los jóvenes el consumo de sustancias ilícitas y de alcohol. Y, en los adultos, el trabajo ha venido a funcionar como un estimulante de placer. “El problema no es que se tome, que se trabaje, que se juegue. El problema está en los excesos, en el cómo se consume lo que se consume”, señaló el psicólogo.
En el trasfondo, los especialistas dicen encontrar profundos sentimientos de soledad y depresión, como corolario de varios factores además de los analizados. “Los adictos suelen tener profundos sentimientos de culpa. Y si se les reprocha su actitud frente al consumo de lo que fuere, lo que se hace es agudizar el problema (porque se intensifican en él los sentimientos de culpa y angustia). Por ello, es esencial el apoyo de la familia y de los amigos”, explicó el profesional.
¿Cómo detectar una adicción?
De acuerdo a D´Innocenzo, los síntomas que presentan las personas adictas son la negación de su problema y el aislamiento, del cual se dan cuenta los seres queridos pero estas no. “Generalmente las mismas se autojustifican, se mienten. La mayoría de la gente dice: yo consumo cuando quiero, yo juego cuando quiero. Pero no es la realidad”, contó el especialista.
Sobre el tratamiento
Para tratar una adicción y poder salir de ella, el psicólogo aseguró que el primer paso está en que el adicto reconozca el problema y acceda a la idea de que ese es un síntoma. “Luego, todo es más sencillo, se abren las posibilidades”, dijo el psicólogo.
Uno de los siguientes movimientos está en la búsqueda de ayuda con especialistas, quienes conforman equipos interdisciplinarios (compuestos por médicos psiquiatras, trabajadores sociales, psicólogos y acompañantes terapéuticos) evaluando el grado del problema y estableciendo el tratamiento adecuado. “Eventualmente, se puede requerir internación”, detalló D´Innocenzo.
Finalmente, el licenciado expresó que la recuperación nunca es rápida, ya que quienes acceden a un tratamiento son personas con una adicción muy instalada: “Hay que pensar en tratamientos no menores a 1 o 2 años, y después un seguimiento permanente”.