El crecimiento en las niñas no es una cuestión sencilla. Viene acompañado de interrogantes y de cambios en el cuerpo, inseguridades y prohibiciones. A veces, lo transitan con sus padres y piden ayuda para resolverlo, pero en otros casos no lo hacen o esperan a crecer para poder consultar.
“En ambas situaciones es importante la visita a una ginecóloga”, remarcó la especialista en ginecología infanto-juvenil del Hospital Santa Isabel de Hungría, Analía Girao, quien comentó que a partir de estas citas suelen salir patologías y/o dudas significativas para la vida de las peri-puberales y adolescentes.
Así, por ejemplo, mencionó los trastornos genéticos; los hímenes imperforados (hímenes que cubren toda la abertura de la vagina) y la metrorragia uterina disfuncional (también conocida como sangrado uterino anormal) como problemas que pueden evitarse o tratarse a partir de su detección temprana.
También habló sobre embarazos no deseados y trastornos de la menstruación como temas que pueden resolverse en la visita a un consultorio. “Es necesario que los padres sepan los motivos por lo que es necesario hacer una consulta. En estos espacios se puede saber si las cosas andan bien o no; si el desarrollo se disparó anticipadamente; si existe alguna enfermedad”, explicó la ginecóloga.
Más allá de lo indicado, sin embargo, Girao apuntó que existe cierta reticencia de parte de los padres para hacer atender a menores en una visita ginecológica, por lo que en muchos casos se termina retrasando: “Sucede que hay un cierto prejuicio sobre lo que le corresponde o no ser conocido por una niña o adolescente. Por eso, por mi parte, primero dejo la libertad a los papás de que traten los temas en familia. Pero hay otras cosas que las mujeres necesitan saber, como el simple hecho del menstruado; el crecimiento de las mamas; mucha educación para la salud; etc. No obstante, la consulta ginecológica es fundamental en esta etapa, siendo la respuesta del profesional necesaria e insustituible”.
Según la profesional, la mayoría de las mujeres a los 14 años tienen una madurez sexual que tiene que estar bien formada para conocer sus derechos y obligaciones. Por ello, algunos hospitales brindan asistencia a la niñez y adolescencia, entre ellos, el Hospital Santa Isabel de Hungría: “Nuestro consultorio infanto-ginecológico funciona desde hace más de un año, con un incremento de consultas mes a mes. Las visitas duran entre 15 minutos y media hora, dependiendo de lo que se atienda”.
De acuerdo con la ginecóloga, se atienden consultas diversas, siendo las más recurrentes las socioeducativas en salud: “Algunas de las preguntas que más me hacen en el consultorio son sobre los cuidados que se deben tener; cuáles son los mitos con respecto a que si se bañan o no se bañan; si pueden usar o no tampón; cómo se usa la copita; hay muchísimo de educación para la salud allí”.
Para más información, comunicarse al 0810-999-2000 y solicitar una consulta para el consultorio ginecológico infanto-juvenil.