La Cardióloga Silvina Aveni, del staff de Penta Medicina Cardiovascular, nos cuenta en la nota las principales características de esta patología.
La Hipertensión Pulmonar (HTP), es el aumento de la presión sanguínea en las arterias pulmonares. Recordemos que el corazón si bien es un único órgano, su parte derecha e izquierda trabajan independientemente. Las cavidades derechas (aurícula y ventrículo) reciben la sangre desoxigenada de todo el cuerpo y la bombean hacia los pulmones, donde ésta se oxigena. Luego esa misma sangre llega a la parte izquierda del corazón (aurícula y ventrículo) y la expulsan al resto del organismo.
La hipertensión pulmonar se debe a una alteración en la luz de las pequeñas arterias del pulmón, que obstruye el pasaje de sangre y genera un aumento del trabajo que debe realizar el ventrículo derecho.
¿Cuáles son las causas de hipertensión pulmonar?
- La alteración de las arterias pulmonares puede ser el resultado de una.
- Enfermedad de estos pequeños vasos (hipertensión pulmonar primaria), enfermedades congénitas del corazón (malformaciones en el desarrollo del corazón durante la etapa de embrión), infecciones por HIV, enfermedades del tejido conectivo (lupus, artritis reumatoidea) o incluso algunos fármacos.
- Puede responder a enfermedades del corazón izquierdo (ver enfermedades de las válvulas e insuficiencia cardíaca).
- Presentarse en enfermedades pulmonares (EPOC, enfisema, etc), – puede deberse a una embolia de pulmón.
- O puede deberse a más de una causa combinada.
¿Cuándo debemos sospecharlo?
En las etapas iniciales de la enfermedad la enfermedad no ocasiona síntomas notorios. A medida que la enfermedad avanza, el ventrículo derecho se modifica, inicialmente se engrosa su pared (hipertrofia) y, luego, también se agranda (dilatación). Finalmente, se genera un fallo del corazón derecho (ver Insuficiencia cardíaca), haciendo que los síntomas sean más notorios, entre ellos:
- Falta de aire (disnea)
- Agotamiento y fatiga
- Hinchazón de piernas y malestar abdominal
- Desmayos, palpitaciones, dolor torácico, entre otros.
¿Qué estudios se deben realizar?
Ante la sospecha de ésta enfermedad, el primer paso es buscar indicios de la misma. Todo paciente debe realizarse una radiografía de tórax, un electrocardiograma y un ecocardiograma Doppler . Posteriormente, según la causa que se sospeche, se deben realizar estudios complementarios para detectar la causa: espirometría (evaluación de la capacidad respiratoria), tomografía de tórax, análisis de sangre completos y un cateterismo derecho (estudio invasivo para la medición de las presiones en la arteria pulmonar a trasvés de un catéter), para confirmar la hipertensión pulmonar, entre otros.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento de esta enfermedad depende de realizar un correcto diagnóstico, ya que cada causa de hipertensión pulmonar tiene un tratamiento específico (fármacos específicos que disminuyen la presión pulmonar).
Además, pueden utilizarse tratamientos para el deterioro de la función del ventrículo derecho (diuréticos), anticoagulantes, oxigeno, entre otros. En algunos casos, se pueden requerir cirugías para el tratamiento (endarterectomía pulmonar: cirugía para remover coágulos) o incluso trasplante pulmonar.
Una parte fundamental del tratamiento incluye, además del tratamiento médico, la rehabilitación cardiovascular (ejercicio físico controlado) y vacunación para la gripe y para la neumonía.