El Hospital Lagomaggiore amplió los servicios de la sección Ecocardiografía del Consultorio Externo para ofrecer a las futuras mamás no comprendidas en grupo de riesgo a realizarse ecocardiografías. Esto permite optimizar los recursos del sistema sanitario y realizar un diagnóstico precoz en la detección de la presencia de alteraciones estructurales del corazón producidas por defectos en la formación del mismo durante el periodo embrionario.
En nuestra provincia y en la Argentina, las malformaciones congénitas representan la segunda causa de muerte de los niños menores de un año y, entre estas, las cardiopatías congénitas son las más importantes. Se sabe que 8 de cada 1.000 niños puede presentar una cardiopatía congénita y la frecuencia aumenta en ciertos casos, como presencia de otras malformaciones fetales, síndromes genéticos, antecedentes de cardiopatías en familiares, diabetes, infecciones, consumo de ciertas drogas, entre otros.
Conocer que un feto es portador de una cardiopatía congénita permite al equipo perinatal (obstetra, neonatólogo, cardiólogo infantil, cardiocirujano y genetista) determinar cuándo y dónde debe nacer ese bebé.
“Este servicio ya se brinda en maternidad de alto riesgo por profesionales altamente capacitados pero teníamos un déficit con la población general en donde muchas veces veníamos derivadas y no las podíamos captar”, explicó Ernesto Olcese, médico obstetra, jefe del Departamento de Perinatología del Hospital Lagomaggiore, y añadió: “En la actualidad, en conjunto con el Servicio de Cardiología, Raúl Miranda y Pablo Limia –especialistas en cardiología clínica y ecocardiografía– se han sumado al equipo y son los encargados de atender a este resto de la población que viene derivada de los centros de salud periféricos”.
El servicio está destinado a toda la población gestante derivada del centro de salud por el o la obstetra. “La importancia de contar con este servicio es que las cardiopatías congénitas en el recién nacido son unas de las patologías más frecuentes que podemos encontrar y, cuando se hace un diagnóstico precoz, podemos evitar las complicaciones más importantes que incluso pueden abarcar hasta la muerte del recién nacido, con el impacto que eso genera dentro de una familia. También permite optimizar los recursos en salud, porque muchas de estas cardiopatías se pueden resolver en Mendoza y otras no, pero al estar preparados desde el vientre de la mamá, podemos disponer de más herramientas para que gran parte de estas cardiopatías evolucionen normalmente y no tengan un impacto no deseado”.