Así lo aseguró la cardióloga Valentina Alonso en el marco del Día Internacional de las Cardiopatías Congénitas. Las cardiopatías congénitas son un conjunto de anomalías de nacimiento que se dan en el corazón. Pueden manifestarse al nacer o en cualquier momento de la vida. Al mismo tiempo, pueden ser leves o graves. Y entre las más comunes se incluyen las que se encuentran en las comunicaciones intraventriculares y en las comunicaciones interauriculares.
Sin embargo, gracias al avance de las nuevas tecnologías, estos defectos pueden ser tratados desde el embarazo. La Dra. Valentina Alonso, lo explicó: “Las nuevas tecnologías, a partir de ecocardiogramas fetales desde la semana 20 de gestación, dan el margen para que el médico pueda intervenir rápidamente. Si se detecta una cardiopatía congénita en el bebé, se hace un seguimiento en el embarazo y se deriva a la mamá a una clínica donde se realizan cirugías cardiovasculares e infantiles”.
En cuanto al examen, Alonso contó que se suele realizar en bebés cuyas madres tienen antecedentes o familiares con alguna cardiopatía congénita, como así también en prenatales de mamás que hayan consumido drogas o alcohol durante el embarazo. “Si la ecografía no se hizo a tiempo, muchas veces existen síntomas en el menor al nacer: coloración azulada de la piel, un ritmo cardíaco anormal, que el bebé no respire bien. Allí es necesario llamar urgentemente a algún médico del hospital para que tome una decisión rápida y pueda hacer los estudios correspondientes”, señaló.
Según la doctora, avanzada la niñez, la adolescencia o incluso la edad adulta, pueden manifestarse también cardiopatías antes desestimadas. “Pero la esperanza de vida va creciendo con las nuevas herramientas que nos proveen las tecnologías: cirugías o catéteres permiten que, con el tiempo, las anomalías sanen”, comentó Alonso.
En una publicación realizada por el portal Medline Plus, se indica que es posible que defectos como la coartación de la aorta no causen problemas durante años. Y que otros problemas, como una comunicación interventricular (CIV) pequeña, una comunicación interauricular (CIA) o un conducto arterial persistente (CAP), probablemente nunca causen ningún daño.
En cuanto al tratamiento, la cardióloga manifestó que la única manera de tratar las cardiopatías congénitas es a través de una intervención quirúrgica. Por eso, la detección temprana de las mismas puede significarle la vida a un niño.
Finalmente, desde la Fundación Cardiológica Argentina expresaron que, con los tratamientos que se disponen en la actualidad, entre el 80% y el 85% de los pacientes portadores de cardiopatías congénitas llega a la vida adulta. Sin embargo, aún representan una de las principales causas de muerte durante el primer año de vida, sobre todo si no son diagnosticadas y tratadas correctamente.