Suecia realizó un estudio que analizó 16 años de datos clínicos de infarto de miocardio en estas fechas y estas fueron sus principales conclusiones.
La Dra. Julieta Nerviani, integrante de PENTA Medicina Cardiovascular, nos comenta que el estudio publicado en la Revista Intramed, es oportuno en tanto nos brinda más información que ayuda en la prevención y cuidado de la salud cardiovascular.
La investigación sueca se enfocó en estudiar los días festivos de Navidad, Año Nuevo, vacaciones y los aspectos del ritmo circadiano como factores desencadenantes de infartos de miocardio positivos con ECG y biomarcadores. Todos los pacientes con síntomas de un síndrome coronario agudo ingresados en una unidad de atención coronaria u otro centro especializado en Suecia se inscribieron en un registro. Todos los casos de infarto de miocardio diagnosticado informados en el registro SWEDEHEART durante esos 16 años se incluyeron en este estudio.
Se observó que en los países occidentales la mortalidad cardíaca y el ingreso hospitalario debido a infarto de miocardio alcanzan su punto máximo en Navidad y Año Nuevo y durante las vacaciones de verano. Además presentaron la variación circadiana en la incidencia de infarto de miocardio, demostrando que el riesgo de infarto de miocardio aumenta durante las primeras 1 a 4 horas después de despertar, con una variación estadísticamente significativa circasemanal en la incidencia de infarto de miocardio los lunes y a las 8 am. La variación circadiana se ha atribuido a los niveles máximos de cortisol, a la mayor viscosidad de la sangre y a la agregabilidad plaquetaria, además de un aumento de presión arterial y frecuencia cardíaca en las horas de la mañana.
El mayor riesgo fue durante la Nochebuena y en pacientes mayores de 75 años, y en aquellos con diabetes previa y enfermedad coronaria. Se ha demostrado que factores externos pueden participar en el inicio del infarto de miocardio provocando la ruptura de las placas inestables.
Los factores de riesgo como el estrés emocional y los cambios en el estilo de vida pueden modular el inicio del infarto de miocardio al actuar como factores desencadenantes a corto plazo. La experiencia aguda de enojo, ansiedad, tristeza, dolor y estrés aumenta el riesgo de infarto de miocardio y, por lo tanto, posiblemente explica el mayor riesgo observado en este estudio. Se observó un riesgo 20% mayor de infarto de miocardio en el día de Año Nuevo. Esto podría deberse a los efectos del consumo excesivo de alcohol y alimentos, o la falta de sueño en la víspera de Año Nuevo.
El riesgo asociado de infarto de miocardio durante todas las vacaciones fue similar entre hombres y mujeres, excepto en el verano, que se asoció con una tendencia hacia un mayor riesgo en los hombres. Es posible que los hombres tengan más probabilidades de fumar, consumir alcohol y comer en exceso durante este día festivo que las mujeres.
La Dra. Nerviani afirma que este fenómeno de eventos cardiovasculares puede deberse a cambios en la alimentación, por los efectos de la dieta grasa sobre la función endotelial, el mayor consumo de sal y de alcohol. También mayor estrés emocional (gastos, reuniones con familiares a los que no vemos habitualmente o que hace mucho tiempo que no vemos). Otro factor a tener en cuenta es que el paciente confunda los síntomas de origen cardíaco interpretándolos como de “mala digestión”, o que retrase su consulta para evitar inconvenientes a familiares o alterar las vacaciones.
La investigación reafirma las recomendaciones médicas de evitar los excesos en estos días festivos, sobre todo para aquellos pacientes que tienen factores de riesgo cardiovasculares como son la hipertensión, diabetes, colesterol, fumadores, etc.
Dra. Julieta Nerviani, Cardióloga.
Miembro de Penta Medicina Cardiovascular y del staff de Cardiología de Centro Médico Chacras y Lomas Centro Médico