En términos generales, la transfusión de sangre es un procedimiento terapéutico que tiene por objetivo corregir déficits hematológicos.
Las siguientes son algunas de las principales situaciones en las cuales un paciente puede necesitar transfusión sanguínea:
- Pérdida de sangre debida a traumatismo o una hemorragia interna
- Pérdida de sangre durante y después de una intervención quirúrgica, incluidos trasplantes de órganos y partos
- Tratamiento de la leucemia y otros tipos de cáncer
- Quemaduras extensas
- Recién nacidos que padecen enfermedad hemolítica o enfermedad Rh del recién nacido
- Anemia causada por enfermedades
- Trastornos hemorrágicos
Todo el proceso dura aproximadamente 20-30 minutos