¿Qué pasaría si las maneras de hacer y entender la medicina cambiaran de un día a otro? Esa fue una de las premisas presentadas en el I Encuentro de Mediamorfosis Health en Mendoza -que tuvo lugar el 18 de octubre- y alrededor de la cual distintos profesionales dieron su opinión. Realidad virtual, robótica, neurotecnología, tecnología háptica y telemedicina fueron los ejes sobre los que se expuso y debatió.
Especialistas como Roger Zaldivar (oftalmología) y Viviana Parra (dermatología) fueron de los primeros en exponer y hablaron específicamente de una forma innovadora de atención médica: la Telemedicina.
A forma de comentario, el doctor Zaldivar expresó que implementa la telepresencia como una herramienta habitual para asistir a sus pacientes: “Atiendo a la gente desde cualquier lugar en el que esté. Llevo en mi mochila una cámara portátil y una iluminación frontal y lo único de lo que me tengo que cerciorar es que en el lugar en donde esté haya internet. Al paciente le encanta, se siente cómodo y muy agradecido”.
Sobre los requisitos que el paciente debe cumplir para recibir la atención, el oftalmólogo dijo que lo único que debe hacer es dar su consentimiento con una firma y complementar la asistencia con los estudios correspondientes. “Yo me siento muy cómodo con una foto de retina, una foto midriática de la retina, donde uno no tiene que ni siquiera dilatar al paciente. Toda la parte clínica la hacen los médicos en Buenos Aires y acá, y yo ya con eso tengo los pilares para dar una respuesta al paciente evaluándolo en tiempo real”, manifestó.
Pioneros en telemedicina, el Instituto Zaldívar aplica esta forma de atención desde hace 17 años, aunque hoy en día con tecnología de última definición: “Tenemos en Buenos Aires un consultorio con un sistema de última generación en comunicación llamado telepresencia en el que el paciente puede ser atendido por el doctor desde Mendoza exactamente igual que si estuviera presente en Buenos Aires. Y en Junín instalamos el año pasado un consultorio virtual, desde donde se diagnostica en vivo a la gente a través de esta tecnología. El último de los filtros es el hospital”, concluyó el oftalmólogo.
Por su parte, la doctora Viviana Parra habló sobre otra rama de la telemedicina, la teledermatología, y relató los casos que la llevaron a pensar en modificar las maneras de atender a algunos pacientes: “Traigo el ejemplo de cuatro niños que con distintas dermatitis tenían algo en común, no contaban con un dermatólogo en el sistema público de salud en su lugar de residencia. Todos estos niños provenían de zonas alejadas de la provincia y se tenían que desplazar para que los pudiéramos atender. Pensando cómo resolver esta problemática, en diciembre del 2012, los dermatólogos convocamos a la doctora Giselle Ricur a que nos diera una charla sobre telemedicina, que para nosotros era algo bastante novedoso. Cuando escuchamos esa charla y hablando en el servicio nos dijimos que tenemos la especialidad perfecta porque trabajamos con imágenes. ¿Cómo puede ser que la gente se esté trasladando 500 km para vernos, cuando podemos trabajar con imágenes?”.
En ese marco, la especialista dijo que por venir del hospital público la situación se pone más difícil.
“Elaboramos un proyecto en el año 2013 que lo llevamos al Ministerio de Salud y con el cual no pasó absolutamente nada hasta el año 2016, donde me cansé de ser rebotada y presenté el proyecto en una organización Iberoamericana. Al poco tiempo me llamaron del Ministerio de Salud porque habían encontrado mi proyecto archivado y les interesaba que lo llevara a cabo. Junto con eso ganamos esta beca iberoamericana con un estipendio que para nosotros era mucho dinero, y pudimos implementar la teledermatología como recurso diagnóstico y terapéutico en la atención primaria de la provincia de Mendoza”.
Parra contó entonces que el proyecto fue implementado exitosamente en cuatro hospitales alejados de la ciudad, a los cuales equiparon con cámaras, computadoras, internet y en donde designaron a una persona en el rol de telemédico. Hoy en día son 13 los centros de teleasistencia. “El objetivo era facilitarles la vida a nuestros pacientes de lejos. Cuando devolvíamos el diagnóstico le explicábamos brevemente la enfermedad al telemédico y teníamos un contacto permanente con él, quien se transformó en un mini dermatólogo”, expuso Parra.
Para terminar, la especialista aseguró seguir trabajando para que esta modalidad de atención se implemente en todos los centros asistenciales que lo requieran y con tecnología sincrónica.