La meningitis es una enfermedad causada por la inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal conocidas como meninges. La inflamación es generalmente causada por una infección del líquido cefalorraquídeo. La meningitis puede desarrollarse en respuesta a numerosas causas, las más frecuentes debido a infección por virus y bacterias. Si bien la prevalencia en nuestro país no es elevada, por el riesgo de muerte y/o graves secuelas, tiene un gran impacto tanto en la sociedad como en la comunidad médica.
La la jefa de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez y consultora de la Organización Panamericana de Salud, Alicia Gentile, aseguró este año que el país «tiene uno de los calendarios de vacunación más completos del mundo» y que en los últimos años «gracias a las vacunas hubo grandes avances en la prevención» de esa enfermedad.
«La historia de las meningitis cambió totalmente con la introducción de las vacunas. La última de ellas se incorporó a fines de enero al calendario nacional y eso hace que estemos cada vez más protegidos”, explicó.
La especialista recordó que la primer vacuna contra la bacteria «Haemophilus influenzae tipo b (Hib)», causante de meningitis, otitis y neumonía, se introdujo al calendario en 1998 y «logró reducir la cantidad de casos anuales de 500 a 20».
«En este momento ese es un germen que prácticamente no genera casos en nuestros hospitales, pero se necesita completar la cantidad de dosis, que son tres: dos se reciben antes del primer año y luego hay que aplicar un refuerzo a los 18 meses», enfatizó.
Respecto de los otros dos gérmenes causantes de meningitis: el neumococo y el meningococo, Gentile explicó que “la vacuna contra neumococo ingresó al calendario en 2012 y también consta de tres dosis. Con su incorporación tuvimos nuevamente un descenso de casi el 60 por ciento en los casos de meningitis y neumonía».
A nivel médico se considera, en el mundo, que Argentina tiene un calendario excelente de vacunación que está al nivel de los de los países más desarrollados. “Estamos teniendo en neumococo menos de 50 casos de meningitis al año y en meningococo menos de 150, y esperamos que con la nueva vacuna también disminuyan drásticamente, como sucedió en los casos anteriores», explicó la especialista.
Una enfermedad que preocupa
Todos los años, los casos de meningitis aumentan un 50 por ciento hacia fines del invierno y principios de la primavera, en relación a los meses anteriores. El 75 por ciento de los afectados por esta enfermedad infecciosa, que se trasmite a través de la saliva, son recién nacidos y lactantes. Se trata de una patología grave que puede derivar en consecuencias neurológicas irreversibles e, incluso, en la muerte del paciente. Para evitar un mayor número de casos resulta fundamental la aplicación de las vacunas de calendario.
Esta patología infecciosa tiene su origen en distintos agentes, esto significa que puede contraerse mediante una gran variedad de virus y bacterias. La diferencia reside en que su forma viral rara vez resulta grave y el restablecimiento de quienes la padecen suele ser completo.
Las meningitis bacterianas, en cambio, se consideran enfermedades graves por la posibilidad de acarrear secuelas y porque su tasa de mortalidad continúa preocupando a la comunidad científica. Los agentes infecciosos más frecuentes de este tipo de meningitis son el neumococo, el meningococo y el haemophilus influenzae serotipo b, éste último, disminuyó su incidencia por la vacunación sistemática en los últimos años.
Tipos de meningitis
• Meningitis meningocócica
• Meningitis neumocócica
• Meningitis estafilocócica
• Meningitis por H. influenzae
• Meningitis tuberculosa
• Meningitis sifilítica aséptica
• Meningitis aséptica
• Meningitis por gramnegativos
• Meningitis carcinomatosa (meningitis debida al cáncer)
Síntomas y signos
Fiebre
Dolor de cabeza
Náusea y vómito
Rigidez de la nuca
Fotofobia (baja tolerancia a la luz brillante)
Confusión
Molestias o dolor en las articulaciones
Somnolencia
Convulsiones
Pérdida del apetito
Irritabilidad
Los síntomas en los niños pueden incluir también:
– Llanto fuerte
– Piel pálida, con manchas
– No querer comer
– Inquietud y nerviosismo
– Dificultad para despertarse
Diagnóstico y prevención
Si una meningitis es sospechada se debe realizar una punción lumbar con análisis del líquido cefalorraquídeo, para así poder determinar la causa (viral o bacteriana) y de ese modo establecer el tratamiento y las medidas de control más adecuadas.
Actualmente existen diferentes vacunas que protegen a las personas ante distintos tipos de meningitis, siendo fundamental tener actualizado el esquema de vacunación de acuerdo a la edad.
En el calendario oficial está incluída la vacunación para haemophilus influenzae “b”, neumococo y meningococo “A,C, W e Y”, todas bacterias responsables de meningitis bacterianas. También se debe recordar que la vacuna BCG (para el recién nacido), brinda protección para la meningitis tuberculosa; así como las vacunas: SRP (triple vírica) y anti-varicela protegen para meningoencefalitis ocasionadas por los virus correspondientes (sarampión, rubéola, parotiditis y varicela).
Otras medidas que ayudan para prevenir meningitis incluyen hábitos cotidianos, como:
–Al toser o estornudar taparse la boca y nariz con un pañuelo o hacerlo en el pliegue del codo
-Lavarse las manos frecuentemente
-Evitar que los niños intercambien chupetes, mamaderas, juguetes, alimentos, lápices, tazas, cucharas y otros utensilios que habitualmente se llevan a la boca.
-Ventilar habitaciones, en especial las aulas.
-Controlar el estado alimentario y de salud de los niños.