Gracias a diversos estudios realizados por científicos argentinos para encontrar una fórmula que permita combatir la calvicie, se desarrolló un spray capilar llamado “Ecohair”. Este producto hizo crecer el pelo en el 85% de los pacientes que lo utilizaron, luego de noventa días de tratamiento. El descubrimiento de esta fórmula fue el resultado de un acuerdo de transferencia tecnológica entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y el laboratorio argentino Garré Guevara.
La acción terapéutica del revolucionario producto se basa en las propiedades de la Larrea divaricata o jarilla hembra, un arbusto de tallos leñosos que puede hallarse en la Patagonia, y la Coffea arabica o cafeto arábico, la principal especie destinada al cultivo del café.
Quienes estuvieron detrás de la formulación del producto Ecohair, son la doctora Claudia Anesini, investigadora del Instituto de Química y Metabolismo del Fármaco (IQUIMEFA), y el doctor Roberto Davicino, que se desempeña en el Centro Científico Tecnológico CONICET de San Luis.
Los investigadores comenzaron a experimentar en ratones con el pelo faltante y comprobaron que se les regeneraba. Después de varios ensayos pre-clínicos (en laboratorio y animales) y clínicos (con personas voluntarias), lograron la patente del invento natural.
“De acuerdo con ensayos clínicos realizados en el país, su uso durante noventa días reportó mejoras en el 84,6% de los pacientes con alopecias no cicatriciales, en las cuales los folículos presentan una patología pero continúan con vida. Asimismo, se verificó el engrosamiento del cabello y la aparición de nuevas hebras, tanto en hombres como en mujeres, sin efectos perjudiciales para la salud dadas sus características hipoalergénicas y una composición libre de gluten, alcohol y conservantes con parabenos”, comentó la doctora Anesini.
Respecto a los estudios, Anesini señaló: “Se llevaron a cabo por un instituto especializado de Rosario, y se hicieron con un grupo de pacientes con distintos tipos de alopecia; pero la mayoría presentaba alguna patología relacionada con la testosterona, tanto en hombres como en mujeres”.
El proceso de análisis atendió no sólo al crecimiento de cabello nuevo, sino también a su fortaleza y grosor en sucesivas etapas.
“Las mediciones a los quince, a los treinta, a los sesenta y después a los noventa días mostraron un proceso gradual, donde se atestigua un efecto progresivo gracias a la continuidad en el uso”, resaltó la doctora, aunque los resultados comienzan a ser visibles a las dos semanas de aplicación.
El nexo entre los equipos del reino Unido y de Argentina, se produjo gracias a la intervención del biólogo y miembro del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MinCyT), Cristian Desmarchelier.
“Desde Inglaterra me llamaron para comentarme que habían desarrollado un muy buen procedimiento para detectar problemas capilares de manera temprana, pero flaqueaban en la etapa del tratamiento debido a que las ofertas actuales en el mercado tienen demasiadas contraindicaciones, entre ellas la impotencia. Recurrieron a mí porque querían saber si en Sudamérica tenemos alguna planta para la calvicie”, recuerda Desmarchelier.
“Fue entonces cuando surgió la oportunidad de contactarlos con la gente de Garré Guevara y así se fueron superando etapas hasta la aprobación del producto en Reino Unido y la firma de los acuerdos”, concluyó.