La historia de los Bancos de Leche Humana (BLH) en Argentina es relativamente reciente, no más de una década, pero es una política de salud que no cesa de crecer y de hacer historia. De generar buenas y bellas historias de vida.Este ámbito físico, por lo general vinculado a un hospital, se utiliza para recolectar, analizar, pasteurizar, almacenar y distribuir la leche humana excedente de madres que voluntaria y solidariamente la donan.
La lactancia materna es el mejor comienzo que tiene el bebe para garantizarse una alimentación y un crecimiento saludables. Preserva al niño de muchas enfermedades, en especial las derivadas del bajo peso o de la prematurez.
La alimentación con leche humana pasteurizada segura de un BLH disminuye la mortalidad neonatal, las complicaciones en la alimentación de esos bebés y las infecciones durante la internación. Favorece un menor tiempo de hospitalización de los pequeños, reduce el uso de fórmulas artificiales y prolonga el tiempo de amamantamiento después del alta.
Por eso la donación de leche adquiere una importancia vital. Esta es procesada y empleada para alimentar a bebés que no pueden recibir leche de su propia madre, ya que la administración de leche materna resulta particularmente eficaz para alimentar a los recién nacidos de riesgo, debido a su prematurez extrema o su bajo peso al nacer, entre otras razones.
Los beneficiarios son, en primer término, bebés prematuros o sometidos a intervenciones quirúrgicas. También niños cuyas madres no producen leche o no lo hacen en cantidad suficiente o a los que presentan enfermedades infecciosas crónicas, deficiencias inmunitarias u otras circunstancias especiales.
La utilización de la leche humana pasteurizada a través de los Bancos de Leche Humana en los recién nacidos de alto riesgo para disminuir la morbilidad y mortalidad infantil, fue refrendada en el 2001 por la OMS/UNICEF y establecida en la Ley de Creación de Bancos de Leche Humana de Mendoza, en agosto de 2007.
Solidaridad en red
El primer BLH fue creado en Viena en 1909. En Buenos Aires recién funcionó uno en 1921, en tanto que Mendoza lo desarrolló en el Hospital Civit en 1935, pero sin las características actuales. En el Hospital Lagomaggiore, en 1983, se inauguró un BLH en el propio Lactario de Neonatología: la leche excedente de las madres de los prematuros internados se distribuía entre todos los bebés internados.
El renacer de este proyecto ocurrió en junio de 2007, cuando entró en funcionamiento el BLH del Hospital San Martín de la ciudad de La Plata. Le siguió Córdoba: el 6 de abril de 2009 fue inaugurado el BLH del Hospital Materno Neonatal. En septiembre de 2009 fue el turno de la Maternidad Ramón Sardá, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y en octubre de ese mismo año comenzó a funcionar el BLH del Hospital Perrando, en Resistencia, Chaco.
En julio de 2011 se sumó la ciudad de Mendoza con un BLH en el Hospital Lagomaggiore. El año pasado certificó la calidad de su servicio con las Normas de Calidad ISO 9001, siendo el único de los 6 que integran la Red de BLH en el país que lo logró y uno de los 10 que tienen esta distinción en la Red Global Iberoamericana, integrada por 290 BLH.
El trabajo del Banco de Leche Humana provincial logró el reconocimiento del Instituto de Desarrollo Industrial, Tecnológico y de Servicios (IDITS). En septiembre de 2015 fue distinguido con el 2° Premio de Innova Investiga por el proyecto “Desarrollo de un fortificador de Leche Humana Pasteurizada y Liofilizada”.
Con el aporte de un equipo de marketing de la Universidad Nacional de Cuyo se trabaja permanentemente en destacar el sentido solidario de la donación de leche materna para los bebés prematuros. También se busca promocionar la lactancia materna como un elemento sustentable y sostenible.
El BLH del Hospital Lagomaggiore fue construido especialmente para tal efecto en el 2º piso de la Maternidad JFMoreno.
Cuenta con distintas áreas: recepción donantes, higiene-limpieza del personal y donantes, extracción de leche, selección, clasificación, pasteurización y control de calidad, stock o almacenamiento, control de calidad, esterilización de materiales, bacteriología, distribución, oficina y reuniones,limpieza y alistamiento de materiales, vestuario personal, aseo y baño del personal.
Su equipamiento es de última generación e incluye una pasteurizadora (baño maría, pasteurizador y enfriador), bombas mecánicas, manuales y eléctricas para extracción de leche, equipo de recopilación y monitoreo de datos, freezers verticales para leche donada “cruda” hasta 14 días, heladeras, ablandador de agua dura, campana de flujo laminar, aire acondicionado y limpieza de partículas, equipo de monitoreo continuo, hornos microondas y una camioneta equipada especialmente para la búsqueda a domicilio de la leche materna.
El equipo del Banco de Leche Humana de Mendoza está integrado por María Luz Vargas (Jefe de Servicio); Luis Argés (Coordinador Médico); María Luz Vargas, Adriana Yannelli (Unidad de Gestión de Calidad); Susana Miralles (Sección Técnica); Lucía Alvarez (sección Clínica) y Alba Frías (Unidad Enfermería), entre muchos otros profesiones.
Cómo donar
Las donantes no deben fumar, tomar alcohol ni medicamentos incompatibles con el amamantamiento.Después se dan las indicaciones sobre cómo extraer y conservar la leche en refrigeración. Eso lo puede hacer la misma donante en su casa o concurrir a los centros de donación. La leche es retirada por personal especializado y pasteurizada para ser destinada a los bebés internados en neonatología.
El material se envía crudo y en el banco de leche se procesa y se devuelve la leche procesada a cada hospital de origen en donde puede ser almacenada hasta por seis meses.
El volumen de leche donada fluctúa especialmente en función de las campañas de difusión que se realizan. Cuando esto ocurre, hay una notable afluencia de mamás donantes y con el correr del tiempo esto decrece. Al año se reciben aproximadamente 120 litros de leche donada (para dimensionar: un bebé prematuro consume por día tres tomas de 1 ml cada vez). Pese a los altibajos, siempre hay una nivel de reserva que garantice que no le falte la provisión a ningún niño.
Si bien todavía cuesta instalar el concepto de donación, como sí ya ocurre con la sangre, de a poco está cambiando esa actitud de duda o desconfianza y cada vez más madres se suman a esta tendencia de reemplazar por leche materna a aquellos productos de fórmula que son válidos en muy contados casos.
Otras vías de comunicación para donar, además de los teléfonos citados, son el sitio web del BLH www.bancodelechemendoza.com.ar y el correo electrónico blh@bancodelechemendoza.com.ar