La osteoporosis es una patología que no duele pero que produce consecuencias graves, como las fracturas, y conduce a una gran alteración de la calidad de vida.
Su origen debe buscarse en los factores que influyen en el desarrollo y la calidad del hueso. El riesgo de padecer osteoporosis vendrá determinado por el nivel máximo de masa ósea que se obtenga en la edad adulta y el descenso producido por la vejez.
Además del envejecimiento, en su aparición intervienen factores genéticos y hereditarios. Las hijas de madres que tienen osteoporosis, por ejemplo, adquieren un volumen de masa ósea inferior que el de hijas de madres con huesos normales, y lo mismo sucede con gemelos univitelinos.
La desnutrición, la mala alimentación, el escaso ejercicio físico y la administración de algunos fármacos también pueden favorecer la aparición de la osteoporosis.
Sin embargo, la menopausia es uno de los factores que más influye en su desarrollo en las mujeres, ya que la desaparición de la función ovárica provoca un aumento de la absorción ósea.
Los especialistas hacen hincapié en pautas preventivas y alimentarias que pueden realizarse para aumentar el pico de masa ósea alto. La fractura osteoporótica no es sólo un problema físico sino social y económico, ya que ahora hay muchos mayores que son el sustento de las familias.
Para reducir incidencias de fractura es básico avanzar en estrategias de prevención, realizar un diagnóstico precoz y un tratamiento eficaz
Para ello es necesario obtener información sobre los factores de riesgo, evitar caídas o accidentes domésticos y recomendaciones sobre nutrición y hábitos saludables.
Hay que prevenir las caídas en función de factores intrínsecos, como la pérdida de visión o la reducción en la presión arterial, así como atender a factores extrínsecos y por ejemplo colocar alfombras fijas en el domicilio y en los baños.
Es necesario hacer ejercicio, incluir calcio en la alimentación y exponerse con precaución al sol para obtener vitamina D, no fumar y realizar un consumo moderado de alcohol. Asimismo es recomendable que las mujeres que llegan a la menopausia y tienen antecedentes de fracturas acudan al médico para que les realice un diagnóstico precoz. Si han tenido una fractura previa, tienen más riesgo de repetir.
Durante años se ha conocido a la osteoporosis como la epidemia silenciosa debido a que esta patología no produce síntomas, aunque el dolor aparece cuando surge la fractura.
La prevención de la osteoporosis es fundamental para evitar el avance de la patología.
Recomendaciones para conservar y aumentar la densidad ósea
- Mantener un consumo adecuado de calcio.
- Practicar ejercicios físicos en los que el paciente no tenga que soportar peso corporal. Algunos estudios recientes han demostrado que los ejercicios en los que es necesario que los músculos muevan los huesos mantienen e incluso pueden aumentar la densidad ósea. Uno de los más recomendables en este sentido es el body pump.
- Seguir un tratamiento farmacológico, si lo prescribe el médico.
Cómo prevenir una fractura
- Dieta rica en calcio
- Realizar actividad física moderada
- Evitar el sedentarismo
- Evitar hábitos tóxicos
- Aprender a prevenir caídas
- Adoptar correctas normas posturales
En la actualidad, la densitometría ósea es la mejor técnica que existe para medir la masa ósea, aunque los especialistas señalan que hay excepciones, ya que la prueba indica la densidad mineral ósea del paciente, y éste es otro de los factores de riesgo de la osteoporosis.
En base a los conocimientos actuales, el abordaje diagnóstico debe realizarse de manera individual valorando la edad y otros factores de riesgo.
Causas de riesgo como el consumo de tabaco y alcohol, el bajo peso, los antecedentes familiares de fracturas osteoporóticas, entre otras, permiten identificar a las personas con riesgo de desarrollar la patología. Por esto, la base fundamental del diagnóstico se basa en la sospecha clínica.